Estar sola, ¿quién ha dicho que sea malo?
Abraza tu soledad y aprende a ser feliz.
Muchas mujeres no aprecian realmente el regalo que es estar sola. Afortunadamente, poco a poco los estigmas que la sociedad, que pretendía que naciéramos y nos convirtiéramos en princesitas que toman el té en el castillo mientras esperan al príncipe azul con sus espectaculares vestidos y zapatos de cristal, se van eliminando.
Sin embargo, y como bien dice el refrán, el tiempo todo lo cura. Y tu corazón roto y pisoteado se recompondrá, como lo ha hecho siempre y resurgirás de las cenizas como el ave fénix. Y es precisamente en ese largo y duro camino -que por supuesto tendrá baches y senderos sinuosos-, el lugar en el que aprenderás a aceptar y amar tu soledad. No es fácil, lo sabemos, pero una vez lo consigas descubrirás lo que has crecido como persona.
Se acabó lo de dar explicaciones, ceder siempre para contentar al otro, cero discusiones. Haces lo que quieres, cuando quieres y con quien quieres. Desconexión total y tiempo más que de sobra para encontrarse a una misma.
¿De verdad te sigue sonando mal?