Revista Mía

¿Cómo saber si el fresón es de calidad?

Cuando el fresón alcanza su madurez, las fruterías se llenan de género, dificultando muchísimo la elección del producto de mayor de calidad si no sabes en qué fijarte.

Para los amantes de las frutas, la llegada del mes de marzo está marcada en rojo en el calendario de la cocina. Ha quedado atrás el cénit del mango y del caqui, y aunque hay frutas de temporada como la naranja que ayudan a llevar mejor la transición hasta la primavera, no hay nada que pueda sofocar el mono de fresas que acucia a toda la comunidad de fans de esta belleza de alimento.
Aunque su temporada se puede ampliar gracias a algunas variedades tempranas al mes de enero, no es hasta la llegada del clima más templado cuando este alimento al que la mayoría de la población nos referimos de forma equivocada como fresa -solo es tal la variedad silvestre, para referirnos a la cultivada el término correcto es fresón- alcanza su plena madurez y, por lo tanto, su mejor sabor. Es ahí cuando invade las fruterías y la disfrutamos en su máximo apogeo… siempre y cuando sepas elegirla bien.

La procedencia

La procedencia ya ha dejado de ser una forma de cribar al buen fresón -de ahora en adelante usaremos el término correcto aunque tengamos que autocorregirnos cada vez que lo escribamos- porque más del 90% de la producción nacional tiene su origen en Huelva. A lo mejor te parece poco este dato incluso, pero hay determinadas regiones de España como Segovia, el Jerte o Jaén donde se ha dan microclimas proclives para la producción de esta fruta, de ahí que haya un porcentaje residual del total cultivado que no es de Huelva.
Fresas (Foto: iStock)

Fresas (Foto: iStock)Fresas (Foto: iStock)

Tampoco la variedad es definitiva a la hora de seleccionar el mejor fresón pese a que existen cientos de ellas. No lo es porque la mayoría de las que se comen en España pertenecen a la variedad reina de los valles, aunque también se cultivan en Huelva otras variedades como el fresón pájaro. Un experto en frutas seguramente sí que utilice su conocimiento en todas las variedades a la hora de escoger fresón, pero para un consumidor medio es mucho más fácil seleccionarlo por factores que pueda juzgar in situ, viendo el producto cuando va a adquirirlo.
Color, brillo y firmeza son las tres características fundamentales a las que conviene atender cuando quieres escoger el mejor fresón. Pero antes de eso, aunque no es lo habitual, fíjate en que el fresón tenga su correspondiente cáliz verde -la cubierta externa de hoja-, que más que un síntoma de buen fresón, es un factor para descartar uno malo.
Si lo tiene, entonces sí, el color, el brillo y la firmeza son los aspectos que más y mejor hablan del fresón de calidad. La verdad es que nada como usar el sentido común para intentar adivinar su calidad porque cuando un fresón tiene un color rojizo potente y brillante, entra por los ojos. La firmeza es más difícil de medir sin tocar el fresón, osea que si tienes oportunidad de hacerlo con cuidado, no lo dudes, porque te aportará más información.
Aunque pocos, hay fresones que engañan por su apariencia buena de color y resulta que luego están pasados. Eso se comprueba midiendo su firmeza: el fresón en boca, sin macerar ni manipular con otros productos, cuando se come al natural debe estar entero, que no es lo mismo que duro, por supuesto. Se aprecia bien también por la imagen que presente la capa exterior de la carne, que a veces tiene muchas marcas por los golpes o precisamente porque ya no está en su mejor momento.
Fresón (Foto: iStock)

fresonFresón (Foto: iStock)

Generalmente, el precio va de la mano con el nivel de estos tres factores, ya que el mejor fresón suele ser un poco más caro en comparación con el resto de la producción que esté en la tienda en ese momento. No sirve de nada comparar fresones por precio en distintas semanas porque su momento de máxima madurez es muy corto, lo que hace que su precio sea de los más inestables dentro de la familia de las frutas.
Y recuerda que esta es también una de las frutas que menos tiempo aguanta, así que lo conveniente es comprar solo lo que vayas a consumir. Y cuanto antes mejor porque los expertos no le dan una vida útil más allá de 24 horas fuera de la nevera o un par de días dentro del frigorífico. Esto significa que con el fresón no vale eso de “voy a comprarlo muy verde para que madure en casa”. De hecho, rara vez lo hará; en todo caso se estropeará sin madurar. El mejor de calidad, por lo tanto, debe comprarse en su estado óptimo de maduración.
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