Consejos alimenticios para superar el bajón otoñal
Los cambios de estación no solo afectan a la ropa que tenemos en el armario, sino que pueden desestabilizar el estado de ánimo. Y, en ocasiones, de manera muy marcada. Hay diversas tácticas para combatirlo y, entre ellas, se incluye la alimentación.
- Autora: Carmen López
Podría decirse que es la cara B de la astenia primaveral. El cambio de estación puede traer consigo un decaimiento emocional y físico que dura, de media, unas dos semanas. Pero si, en primavera, lo que nos desestabiliza es el aumento de las horas de luz y la subida de las temperatura, en otoño, sucede todo lo contrario: los días se acortan, hay que hacer cambio de armario para recuperar los jerséis y los abrigos y las vacaciones estivales ya son un mero recuerdo.
No se puede considerar una enfermedad, salvo que se extienda en el tiempo más allá de los 15 días habituales. Si fuese el caso, habría que consultar con un especialista, por si hubiese patologías asociadas, como anemias o enfermedades más graves.
Los síntomas más habituales son:
- Fátiga generalizada.
- Somnolencia diurna.
- Desmotivación.
- Dificultad para concentrarse.
- Aturdimiento.
- Irritabilidad.
- Falta de apetito.
- Nerviosismo o ansiedad.
La dietista y nutricionista Itziar Digón (www.itziardigon.com) asegura que "el otoño resulta una estación dura porque los días se acortan y el frío llama a la puerta. El estado emocional decae por la falta de luz y las defensas se ven saturadas de trabajo. Como consejo, diría que se atendiera más a las señales del cuerpo (si cambia el hambre, los niveles de energía, la necesidad de descanso, si pide más unos alimentos que otros...), para ir adaptándonos, poco a poco y de forma natural, a la nueva estación". El cuerpo debe acostumbrarse a nuevas condiciones de temperatura, luz, humedad y horarios, por lo que su equilibrio puede verse afectado.
Nevera de temporada
La experta Itziar Digón explica que la naturaleza es sabia y hay que hacerle caso a la hora de alimentarse: "Así como en verano nos da frutos con grandes cantidades de agua para hidratarnos, en otoño, nos da cítricos ricos en vitamina C, que fortalecen nuestro sistema inmunitario".
Setas:
Además de dar un sabor intenso a las recetas, tienen muy pocas calorías. Entre sus nutrientes, destaca la vitamina B, que va a ayudar a buen funcionamiento del sistema nervioso. Las más populares de España son:
- 'Amanita caesarea', olorosa y de sabor dulce.
- 'Boletus edulis', ideal para cocinar aunque también se puede consumir en crudo. Es fácil encontrarla en conserva de aceite el resto del año.
- Rebozuelo o chantarela, de sabor potente, con toques más picantes que dulces.
Frutas:
Las frutas de otoño están cargadas de antioxidantes y fibra. Ayudan a combatir el estrés oxidativo y proteger los órganos vitales y a mejorar el tránsito intestinal. Además, tienen una alta capacidad saciante.
- Manzanas: aunque se pueden encontrar durante todo el año, el otoño es el mejor momento para consumirlas, porque es cuando mayor concentración de nutrientes van a tener.
- Kiwis: su temporada va desde septiembre hasta marzo. Es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C, mayor incluso que los cítricos. Además de ser un gran aliado para regular el tránsito intestinal.
- Granada: muy completa y con un aporte calórico muy bajo, por su alto contenido en agua. muy rica en vitamina C y antioxidantes, perfecta para añadir a tus ensaladas y zumos.
Hortalizas:
Gran momento para este grupo alimenticio. Esta estación es la temporada estrella de muchas de ellas, que siempre amenizan los platos, aportan nutrientes y pocas calorías.
- Calabaza: rica en potasio, fibra, vitamina B. Ideal para cremas, purés, repostería o asados.
- Berenjena: aporta vitaminas del grupo B y C, potasio, calcio, azufre y hierro. Limpia el intestino y estimula el buen funcionamiento del hígado.
- Alcachofa: fuente importante de fibra y fitoesteroles, que ayudan a controlar los niveles de colesterol. Además, su aporte calórico es muy bajo.
- Coles: repollo, brócoli, coliflor... ricas en vitaminas A y C, bajo contenido en grasas y alto en agua y minerales como magnesio y potasio.
Comer alimentos de temporada ayuda a preservar nuestra salud, lo que también contribuye a mejorar nuestro estado de ánimo, por supuesto. Pero hay algunos de ellos que, por su gran aporte de energía, son estupendos para luchar contra el decaimiento. La mayoría pueden encontrarse en el mercado durante todo el año, pero el otoño es el momento en el que se recogen. Inclúyelos en tu dieta y notarás cómo tu humor mejora y tu cuerpo se activa. Además, están buenísimos y no te costará nada introducirlos en tus menús diarios.
- Frutos secos. Son muy calóricos, pero aportan la energía necesaria para pasar el día, además de grasas saludables y necesarias. Asimismo, tienen un alto poder saciante y son perfectos como picoteo entre comidas. Eso sí, siempre en su formato natural, sin sal u otros condimentos añadidos. Uno o dos puñados al día serán suficientes.
- Platos de cuchara. Su ingrediente principal suele tener algún tipo de legumbre: alubias, lentejas, garbanzos. Aportan hidratos de carbono, proteínas de origen vegetal, fibra, numerosos minerales y vitaminas, principalmente, las del grupo B. Como se puede ver, son un alimento completo que, además, gracias a su capacidad para saciar, puede reducir el menú de mediodía a un plato único. Hay que olvidarse de acompañamientos con mucha grasa, como los embutidos, y hacerlas guisadas con verduras o carnes magras.
Son las emperatrices del otoño, porque conquistan la calle y, en su honor, se celebra eventos en casi todos los lugares del país a finales de octubre o principios de noviembre (el día 1, por la festividad de Todos los Santos). En la zona norte, esas verbenas se laman amagüestos o magostos; en Cataluña, castañada; chaquetía, en Extremadura; calbote y calbotada, en zonas de Castilla y León (por poner algunos ejemplos, porque hay muchas variaciones). Son unos frutos excelentes para comer asados, sin más condimentos, pero también para elaborar platos de repostería e, incluso, salados. Son ricas en fibras e hidratos de carbono y tienen el título de 'fruto seco con menos concentración de calorías'.
Bajan las temperaturas y las horas de luz se acortan. En primera instancia, puede parecer un cambio triste, pero es cuestión de mirarlo con perspectiva. Estar en casa con ropa cómoda y una taza con una bebida calentita puede convertirse en uno de los mejores momentos del día. Y si ese líquido humeante tienen propiedades naturales que ayudan a relajarse o animarse un poco, qué más se puede pedir.
Incluir bebidas calientes, como las infusiones o los caldos ligeros, es una buena solución para darle confort al cuerpo con la llegada del bajón otoñal. Hay muchísima variedad, pero las que mejor 'puntuación' tienen entre los expertos y consumidores son las siguientes. Algunas de ellas no son ninguna rareza, puede que te sorprenda que, además de servir para calmar el estómago, por ejemplo, también funcionen como relajante. Infusiones que ayudan a acabar con la astenia otoñal:
- Menta poleo: aunque es conocida por sus propiedades antigases y antihichazón abdominal, supone un buen remedio para distender los nervios.
- Melisa: sus cualidades para calmar los nervios en momentos en lo que se vive un pico de estrés o de ansiedad la han hecho famosa. También ayuda a conciliar el sueño. En algunos sitios, es conocida como tornjil.
- Pasiflora: se identifica como flor de la pasión, pero, en realidad, sus cualidades van por otro camino, porque se utiliza para templar los ánimos. Aparece entre los componentes de ciertos compuestos medicinales indicados ara problemas de estrés o nerviosismo. Está recomendada para reducir un cuadro de ansiedad leve y para contrarrestar estados de irratibilidad o mal humor.
- Hipérico: menos conocida entre los profanos de las infusiones, pero recomendable para combatir los problemas de insomnio, aliviar la tristeza o el decaimiento y los terrores nocturnos. Sin embargo, aquellas personas que estén tomando algún tipo de medicación para la depresión o similares, deben consultar con su médico, por si hubiese algún tipo de contraindicación.
- Valeriana: una clásica entre las clásicas. Puede que sea la más recomendada para calmar los nervios y conciliar el sueño. Tiene un gran efecto reconfortante.
- Tila: que levante la mano quien no se haya tomado una tila en algún momento de su vida. Su efecto sedante ayuda al cuerpo a relajarse y a sosegar los nervios. Por otro lado, también es buena para reducir los dolores menstruales o de cabeza.
Además de mantener tu salud en buen estado, consumir productos de temporada tiene otros aspectos positivos. Por un lado, la compra te saldrá más barata que si optas por alimentos procesados. Y si encima escoges el consumo de proximidad, contribuirás a la economía local. Por otro lado, ayudarás a reducir las emisiones CO2 y contribuirás a la sostenibilidad.