Revista Mía

Todo lo que debes saber sobre la dieta macrobiótica

Se trata de una de las dietas de moda, pero conviene no confundirla con los planes de alimentación veganos o vegetarianos porque no son necesariamente lo mismo.

La dieta macrobiótica es una de las que más notoriedad ha alcanzado en los últimos años. Tendente al veganismo y con un origen en la filosofía oriental tradicional, su objetivo es equilibrar el consumo de alimentos dividiéndolos en Yin y Yang, por lo que sigue unos criterios estrictamente nutricionales.

Aplicado de forma flexible es un concepto interesante porque potencia mucho el consumo de ingredientes orgánicos y restringe las carnes rojas además de prohibir los ultraprocesados. Pero al rechazar también determinados alimentos que sí son saludables, conlleva ciertos riesgos para la salud seguirla de forma muy estricta. No se trata por lo tanto una dieta vegetariana o vegana. Puede coincidir, pero no necesariamente son la misma cosa.

En todo caso, como decimos, si se aplican sus principios con cierta flexibilidad para cambiar hábitos alimentarios malsanos, entonces se estarán dando pasos en la dirección correcta porque puede ayudar a reducir el consumo de calorías y de alimentos desaconsejables desde el punto de vista de la salud. Además, es una dieta donde tienen un peso importante las frutas y las verduras, y sobre todo los cereales integrales (arroz, cebada, avena, centeno, o el pseudocereal que es el trigo sarraceno, entre otros). Y también es interesante su intento por comer de forma más sostenible con el medioambiente.

Cómo seguir una dieta macrobiótica

Si tu objetivo es adaptar tu dieta a la macrobiótica, lo recomendable siempre es hacerlo de la mano de un especialista en nutrición, porque puede ser no solo difícil, sino también arriesgado, cambiar de forma drástica la alimentación. A menudo es necesario pasar por varios estadíos intermedios en lugar de intentar dar un triple salto desde la casilla de salida hasta la de llegada.

Además, las circunstancias y características de cada persona se deben tener en cuenta para adaptar a ellas cualquier tipo de dieta, también la macrobiótica.

Ejemplo de menú

De todas maneras, a modo de ejemplo, para que tengas una referencia de cómo es un plan de comidas diario en la dieta macrobiótica que es fácilmente adaptable a siete días, un período de prueba razonable, aquí tienes un ejemplo:

  • Desayuno: Té verde con estevia, una rebanada de pan integral con aceite de oliva virgen extra o queso fresco
  • Media mañana: Una pieza de fruta
  • Almuerzo: Pollo a la plancha con pimientos asados (o cualquier otro acompañamiento vegetal)
  • Merienda: Un puñado de nueces
  • Cena: Un pescado que te guste a la plancha con lechuga
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