¿Qué es la dieta de las zonas azules?
Los habitantes de estas zonas presentan una elevada esperanza de vida y en ello influye mucho su estilo de alimentación. Nada de conservantes artificiales, carne en cantidades moderadas, muchos vegetales... Te contamos todo lo que tienes que saber sobre la dieta de las zonas azules.
El creciente interés por la vida saludable ha suscitado que cada día nos lleguen nuevas tendencias alimentarias y dietas que prometen los mejores resultados. Una de ellas es la dieta de las zonas azules, que no es tanto una dieta específica sino que se trata de un estilo de vida que garantiza a quienes lo siguen una mayor esperanza de vida.
La dieta de las zonas azules hace referencia al estilo de vida que siguen los habitantes de Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Cerdeña (Italia), Loma Linda (California) y la península de Nicoya (Costa Rica). Sí, son lugares aparentemente con una cultura gastronómica muy diferente, aunque tienen más en común de lo que pensamos. Muchas de las personas que viven en las zonas azules son centenarias, y lo que es mejor todavía: su calidad de vida es muy alta. Esto no es casual y se debe a la alimentación que siguen, basada en los productos vegetales, las legumbres y la carne en cantidades moderadas. Y, por supuesto, se mueven a diario. No es que sean grandes deportistas, pero sí tratan de mantenerse activos en su día a día.
Si quieres vivir más años (y vivirlos mejor), entonces toma nota de los fundamentos de la dieta de las zonas azules.
La carne, mejor en cantidades pequeñas
Los habitantes de estas zonas no tienen especial debilidad por la carne. Los expertos han analizado el modo de vida predominante en las zonas azules y llegaron a la conclusión de que una de las claves de su alta longevidad era precisamente el consumo moderado de carne. Los habitantes de Loma Linda (California) la consumen únicamente en ocasiones especiales, y cuando lo hacen eligen los productos de la mejor calidad (nada de embutidos) y de producción local. Por su parte, los habitantes de Okinawa, otra de las zonas azules, prefieren el tofu, un sustituto de la carne que reduce el riesgo de padecer cáncer y es rico en proteínas.
Los vegetales no pueden faltar en una dieta saludable, pues su consumo está muy relacionado con la buena salud y la longevidad. Los habitantes de las zonas azules los toman a todas horas (y, generalmente, crudos). De hecho, los vegetales componen el 90% de su alimentación diaria. Algunos de los alimentos con los que suelen llenar la lista de la compra son frutas, verduras, legumbres, hierbas, cereales integrales, nueces y semillas.
En la península de Nicoya, por ejemplo, consumen más maíz, mientras que en Cerdeña prefieren la cebada. El caso de Loma Linda es especialmente relevante puesto que podría decirse que prácticamente son vegetarianos. En Okinawa la base de su dieta es el arroz, la soja y la cúrcuma. Una muestra más del poder de las plantas para prolongar y mejorar la vida.
En las zonas azules se prioriza sobre todo los alimentos integrales. El rechazo a los alimentos ultraprocesados es algo que también consigue ponerles de acuerdo. Este tipo de comidas suele tener altas cantidades de azúcares y grasas saturadas, a menudo relacionadas con la obesidad, las enfermedades del corazón y la diabetes. Estas enfermedades son prácticamente inexistentes en la población de las zonas azules, en parte debido a que comen lo más natural posible evitando los químicos y, por supuesto, el tabaco.
Los dulces no forman parte de su alimentación habitual, sino que los dejan para ocasiones especiales. Además, son especialmente cuidadosos con la cantidad de azúcar añadido que consumen, no pudiendo superar las cuatro cucharaditas diarias en sus cafés o tés. Evidentemente, su rechazo al azúcar no se aplica a los alimentos que lo contienen de manera natural como las frutas, alimentos que sí están muy presentes en su alimentación.