Revista Mía

Di adiós a los gases

Hinchazón, pinchazos o pesadez son algunos de los síntomas provocados por la acumulación de gases. Una molesta sensación que tiene una solución muy natural.

  • Autora: Inma Coca
Se trata de un trastorno gastrointestinal tan común que prácticamente todo el mundo ha sufrido, al menos, una vez en su vida. Suele ser una dolencia pasajera, pero, de no ser así, visita al médico, para evitar que se convierta en crónica. La alimentación es una de las causas más comunes, pero no la única. El sedentarismo está por encima, y es que la falta de movimiento puede ser más peligrosa que el elegir mal los alimentos que consumas.
Así pues, ante un ataque de gases, moverte puede ser la solución. Y es que ya lo dice la sabiduría popular: "Las comidas, reposadas, y las cenas, pesadas". Esto es, precisamente, porque por la noche es cuando más se acumulan.
De igual forma, el estrés es, una vez más, el enemigo silencioso más dañino para tu salud. La buena noticia es que un poco de deporte mejora tanto el tránsito intestinal como los niveles de ansiedad.

En la cocina

Además de pasear y relajarte, otros cambios que puedes realizar se dan en la cocina. Algunos de los trucos más sencillos pasan por el tiempo de cocción de las verduras, siendo, en este caso, unos minutos más una gran ayuda. Comer con tranquilidad, masticando y tomándote su tiempo entre bocados, es vital para eliminar problemas digestivos.

Remedios naturales que sí funcionan

Esta infusión es un básico para todo tipo de problemas estomacales. Contra los gases, es aún más efectiva si les añades unos granos de anís.
En cápsulas o en infusión, esta planta ayuda en la digestión y colabora en la eliminación de flatulencias. Además, destacan sus propiedades diuréticas.
Este condimento tan español es un arma de doble filo. Puede resultar muy fuerte, pero si estás acostumbrada a su sabor, sus propiedades te ayudarán y mucho. El secreto es tomarlo en crudo.
Parece demasiado sencillo para ser cierto, pero así es. Beber agua puede ser la solución a este problema tan incómodo, pues una correcta hidratación favorece el proceso de digestión.
Las típicas bolsas que se llenan de agua caliente suponen un gran alivio cuando el dolor nos imposibilita. Aplicar calor reduce el dolor, a la vez que relaja.
No solo ayudan a equilibrar la flora intestinal. También evitan la proliferación excesiva de las bacterias responsables de una alta fermentación. Los yogures pueden ser tus mejores aliados.
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