Razones para incluir las patatas en tu dieta
Te contamos las mayores ventajas por las que debes comenzar a consumir este alimento.
Las patatas son unas hortalizas que crecen bajo tierra y llevan cultivándose desde el año 5000 a.C. en Sudamérica. Después de la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, este fruto comenzó a ser importado al continente europeo. Sin embargo, no fue hasta 125 años después cuando comenzó a ser uno de los ingredientes básicos de la dieta de los españoles.
La edad dorada de la patata fue el siglo XIX, ya que se comenzó a extender su cultivo en Europa. Esta hortaliza es el único producto no regulado por una Organización Común de Mercado dentro de la producción masiva de vegetales de Europa. Actualmente, se trata de un alimento imprescindible en la dieta mediterránea y el producto estrella de uno de los platos más famosos de la gastronomía española, la tortilla de patatas. Su popularidad se debe a su bajo precio, su versatilidad en la cocina y su delicioso sabor.
Además, estos tubérculos tienen numerosos beneficios para nuestra salud que lo convierten en un alimento imprescindible de cualquier dieta sana y equilibrada. El Consejo Europeo de la Información sobre la Alimentación ha señalado 10 motivos para incluir las patatas en tu dieta, aunque recuerda consumirla con moderación.
En primer lugar, las patatas asadas o cocidas son alimentos con un bajo contenido en grasa. Asimismo, son ricas en carbohidratos, unos nutrientes esenciales, ya que son nuestra principal fuente de energía. Este alimento se recomienda que sea la mitad de nuestro consumo calórico diario.
En cuanto a su contenido nutricional, destaca la presencia de fibra, elemento esencial para la el correcto funcionamiento del aparato digestivo. Para aprovechar toda su fibra, cuécelas con la piel. No te olives de lavarlas antes y revisa cuál es el color de esta o si tiene marcas, ya que en caso afirmativo debes desecharlas.
Por otro lado, esta hortaliza es fuente de vitamina C. Este alimento es el más rico en este tipo de nutrientes dentro de los productos con almidón. Además, contiene también vitaminas del grupo B que ayudan al metabolismo de los carbohidratos y a mantener sano nuestro sistema nervioso y nuestra piel.
Las patatas son ricas en minerales como el potasio y en menor medida, de hierro y magnesio, mientras que la presencia de sodio es casi inexistente. Los expertos señalan que no se recomienda consumir demasiada sal para evitar la hipertensión.
Para personas que quieran perder peso, la patata puede ser una aliada. Una ración de unos 180 gramos de patatas sin piel supone unas 140 calorías, una cantidad inferior a la misma cantidad de otros alimentos como la pasta o el arroz. No obstante, recuerda que, si las vas a preparar fritas, su aporte calórico puede llegar a duplicarse o triplicarse.
Además, este alimento es muy saciante. Según un estudio sobre la saciedad de los alimentos, las patatas tienen un índice de saciedad hasta tres veces mayor que otros alimentos. Por último, señalar que la patata es un alimento sin gluten, por lo que puede ser consumido por personas celiacas.