Revista Mía

Por qué deberíamos reciclar la comida

Sorprendente pero cierto: la comida también puede ser reciclada, y hacerlo es más sencillo y común de lo que parece. Te enseñamos las claves para que puedas entender de qué va la comida reciclada

¿Has oído hablar alguna vez del reciclaje de comida? Quizá te parezca una idea descabellada, pero lo cierto es que reciclar la comida puede hacer mucho por nuestro planeta.

Cuando hablamos de comida reciclada, probablemente te imagines a personas procesando lo que tiramos al contenedor de residuos orgánicos y preparándolo para comer otra vez... No te preocupes, esta desagradable idea no tiene nada que ver con la realidad. Pero entonces...¿en qué consiste exactamente eso de la comida reciclada? Pues bien, se trata de utilizar los alimentos que iban a ser desechados y otorgarles un nuevo uso para que pueda ser comida.

Pero no se trata de reciclar la comida que ya hemos utilizado, sino de aprovechar la comida que la industria alimentaria desperdiciaría. Un ejemplo práctico de reciclaje de comida consiste en aprovechar las pulpas de fruta que no necesitan las industrias productoras de zumo tras extraer este líquido para elaborar otros productos. Siguiendo este ejemplo, también sería posible aprovechar las frutas y semillas sobrantes de las fábricas de zumo para producir otros productos alimentarios. 

A gran escala, cada vez más industrias se dan cuenta del impacto negativo que supone para el medio ambiente el hecho de producir residuos de forma masiva y deciden aprovechar sus propios restos para elaborar otros nuevos productos. Por ejemplo, una gran cantidad de empresas dedicadas a la industria alimentaria aprovechan sus restos para producir pienso para animales; mientras que otras optan por elaborar otros productos destinados al consumo humano: se utilizan los restos de huesos de aguacate para elaborar tés e infusiones. Las sobras de productos fermentados, como el yogur, también se utilizan para elaborar bebidas destiladas como el vodka o la ginebra. Pero no es sólo una cuestión de industria: tu también puedes utilizar los restos de tu comida para producir otros nuevos platos. Por ejemplo, hacer postres con las pieles de naranja o limón; o infusionar los huesos de algunas frutas.

Por qué deberíamos reciclar los alimentos

Por si aún no te parecían motivos suficientes, aquí van algunos otros motivos por los que deberías plantearte reciclar la comida. En primer lugar, es bueno para el medio ambiente. Seguramente a estas alturas ya te lo habías imaginado, pero aprovechar tus residuos lo máximo posible antes de desecharlos finalmente restará un enorme peso a la madre naturaleza.

Pero el medio ambiente no es para nada el único beneficiado del aprovechamiento de comida: tu bolsillo también te lo agradecerá. Si en lugar de engordar el cubo de basura orgánica optas por aprovechar todo lo que puedas, seguro que conseguirás ahorrarte algún que otro euro. El reciclaje de comida también genera dinero a una mayor escala, ya que otorga valor a productos que de otra manera se desecharían sin más. Además, contribuye a crear una mejor imagen social para las empresas, ya que afortunadamente cada vez son más las personas con una gran implicación medioambiental que intentan consumir de manera consciente para ser lo más respetuosas posibles con el entorno.

Y es que las industrias alimentarias de producción masiva son unas de las mayores responsables de la contaminación y el calentamiento global: se estima que aproximadamente un 40% de los niveles de contaminación en nuestro planeta se debe a la producción de comida. Por eso a todos nos conviene ser responsables y conscientes con la situación del medio ambiente para poner nuestro granito de arena y contribuir a su mejora.

tracking