Cómo hacer tu cheat meal de forma correcta
Llevas toda la semana comiendo bien, pero llega el sábado y te apetece darte un capricho. No tienes por qué privarte de nada si sigues estas claves para que tu comida trampa sea un éxito.
Llevas toda la semana comiendo muy bien: mucha fruta, verdura, todo a la plancha... y, por supuesto, haciendo ejercicio. Vamos, que cumples a rajatabla los pilares de un estilo de vida saludable. Sin embargo, llega el fin de semana y te apetece darte un (merecido) capricho comiendo algo un poquito menos saludable. Esto es lo que se conoce como el 'cheat meal' o comida trampa. Ahora bien, esto no significa que puedas comerte tres hamburguesas de golpe.
Cuando hacemos un 'cheat meal' debemos tener cuidado de no echar por tierra el esfuerzo que hemos hecho durante el resto de la semana. Es lógico que después de muchos días llevando una dieta estricta nos apetezca algo más calórico, pero tampoco hay que pasarse. El principal beneficio de la comida trampa tiene que ver con la recompensa a nivel psicológico. En esos casos en los que se está siguiendo una alimentación muy estricta, 'pecar' de forma puntual puede darnos ese subidón que a veces necesitamos. A nivel fisiológico, la ingesta de calorías a las que nuestro organismo está poco habituado puede favorecer una aceleración en el metabolismo. Hacerlo de manera controlada y responsable es clave para que sea un éxito. Te contamos las reglas de oro del perfecto 'cheat meal'. ¡Apunta!
Solo una comida
Ten en cuenta que para no pasarnos con las calorías, el 'cheat meal' ha de ser solo en una comida. Si te pasas y comes todo lo que te apetezca durante un día entero, lo más probable es que sobrepases mucho el balance calórico, echando por tierra lo que tanto esfuerzo te costó conseguir los días anteriores.
Piensa cuál será el mejor día para saltarte la dieta y en qué momento es mejor hacerlo. Por ejemplo, si tienes una cena especial o una comida con amigos, reserva tu 'cheat meal' de la semana para esta ocasión. Aunque hemos dicho anteriormente que lo ideal es que sea solo una vez a la semana, realmente no tiene por qué ser así. Si te sientes mejor haciendo dos comidas trampa (controladas) a la semana, adelante. Pero recuerda: con moderación.
Es muy importante escoger bien la comida que realmente deseas, principalmente porque así te sentirás más satisfecha y eso te motivará a seguir con tu plan de alimentación el resto de la semana. Piensa en algo que te apetezca muchísimo comer: una hamburguesa, una pizza, un helado de chocolate, una bebida azucarada... y cómetelo sin remordimientos. Si vas a salir, estos restaurantes en Madrid son perfectos para pecar.
El truco para que el 'cheat meal' sea un éxito es compensar esta comida ultracalórica con comidas más ligeras el resto del día. Por ejemplo, si para comer te has tomado una hamburguesa con patatas fritas, para cenar puedes optar por un filete de pollo a la plancha y una ensalada.
Has estado comiendo bien y haciendo ejercicio durante toda la semana, así que ahora mereces ese capricho. Recuerda que el 'cheat meal' debe ser un momento de placer que te de ánimos para seguir con tu alimentación saludable a largo plazo.