Revista Mía

Chirimoya: todo sobre esta fruta que nos alegra el otoño

Uno de los secretos culinarios mejor guardados del otoño es esta fruta que en España se cultiva en la costa Tropical de Granada y Málaga.

Con la llegada del otoño perdemos de vista frutas maravillosas como el melón o la nectarina, por citar dos ejemplos, pero el relevo es de mucho nivel gracias a variedades quizá más reducidas en número que las frutas de verano pero no en calidad. Prueba de ello es el mango nacional y también nuestra protagonista en esta pieza, la chirimoya.
Originaria de los valles andinos, no hace falta importar la chirimoya porque en determinadas zonas de Andalucía el clima es ideal para cultivar este fruto inconfundible estéticamente, tanto en su parte exterior, verde -negro cuando madura mucho- y no comestible, como la parte interior blanca, donde está llena de una carne cremosa con un sabor dulce muy característico en el que se aprecian muy bien las pepitas negras que no son comestibles.
En concreto, en España se cultiva en la Costa Tropical de Granada y Málaga, precisamente la misma zona geográfica donde crece el mencionado mango y también la mayor parte del aguacate nacional. La chirimoya de esta región cuenta con su propia Denominación de Origen Protegido, tal y como lo reconoce el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Aunque existen muchas variedades de chirimoya, que por cierto es el fruto del árbol llamado chirimoyo,  la más habitual en tu frutería de confianza es la variedad local Fino de Jete, la que se produce bajo la D.O.P. Chirimoya de la Costa Tropical Granada-Málaga. Una de sus peculiaridades con respecto a otras variedades es la piel, que es “relativamente gruesa, formada por escudetes lisos o ligeramente deprimidos sobre las aristas en el momento óptimo de la recolección, de forma redonda, ovoide, acorazonada o arriñonada, con tendencia simétrica respecto al eje peduncular”, según explica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Propiedades e ideas para utilizarla

Esta fruta, que es rica en vitamina C, minerales como el calcio, el hierro y el fósforo, y con un alto contenido en glucosa, tiene un mayor porcentaje de proteínas que otras frutas. Para comerla, la mayoría de los fans de este ingrediente prefieren tomarlo simplemente cortada por la mitad, con la ayuda de una cucharilla para extraer toda la pulpa, pero esta no es la única manera en la que se puede aprovechar la chirimoya, uno de los secretos mejor guardados del otoño a nivel gastronómico.
Por ejemplo, puedes utilizarla como base de macedonias o para mezclarla con yogur si la trituras -puedes añadirle un chorrito de zumo de limón para evitar que se oxide si no vas a consumir toda al momento-, y también puedes elaborar con ella recetas dulces como el mousse de chirimoya, el flan o la tarta de queso con un toque de esta fruta, entre otras elaboraciones, o saladas como la crema a base de chirimoya exquisita. También se pueden elaborar salsas a las cuales la chirimoya aporta un toque dulce y funciona muy bien en determinadas ensaladas, a las cuales aporta el mismo matiz dulce además de un plus nutricional.
Si eres de esas personas que no termina de atreverse a probar la chirimoya porque su aspecto no te llama la atención, te animamos a que no prejuzgues esta rica fruta y la pruebes porque estamos seguros de que no te vas a arrepentir.
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