Mientras que algunos órganos no son imprescindibles para llevar una vida normal (por ejemplo, el apéndice), hay otros cuyas funciones en el organismo los convierten en fundamentales. Es el caso del corazón o de los que te hablamos hoy, los pulmones. Una buena salud pulmonar pasa por tener muy en cuenta el consumo de ciertos nutrientes que te detallamos a continuación.
Los pulmones están localizados en el tórax y su trabajo es crucial para la vida. Se encargan de vaciar la sangre 'sucia' de dióxido de carbono, fruto de la respiración celular, y llenarla de oxígeno. ¿Sabías que cada día respiramos alrededor de 20.000 veces? Tratándose de algo tan importante, es fundamental cuidarlos como merece para que siempre estén en buenas condiciones.
La práctica habitual de deporte siempre es muy recomendable, y los pulmones también se benefician mucho de ella. Los ejercicios aeróbicos son muy buenos para fortalecer la salud pulmonar, pues requieren un alto nivel de exigencia. Cuando los hacemos, el cuerpo varía las demandas de oxígeno de acuerdo a la intensidad del ejercicio y, de este modo, aprendemos a tomar el control de la respiración. Además, practicar yoga te ayudará a controlar tu respiración y mantener este órgano en forma.
Otro de los factores que influyen mucho en la salud de los pulmones es una alimentación adecuada en la que se incluyan variedad de nutrientes. La Dieta Mediterránea ha demostrado su eficacia a la hora de cuidarlos, pero hay alimentos que ayudan especialmente a ello. Por ejemplo, los cítricos, gracias a su alto contenido en vitamina C. Este nutriente ayuda a potenciar la eficacia de las defensas del organismo, por lo que colabora a prevenir el desarrollo de diversas infecciones que pueden afectar a los pulmones.
La vitamina C y la E trabajan en conjunto, por lo que la presencia de esta última en el organismo es crucial. La podemos encontrar en alimentos como el aguacate, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra. La vitamina D, los flavonoides, el magnesio, el calcio o el potasio tampoco pueden faltar. Te contamos qué alimentos contienen estos nutrientes.
Frutos secos
La vitamina E presente en los frutos secos es clave para mantener tu salud pulmonar en buenas condiciones, pues ayuda a neutralizar los radicales libres responsables de la degeneración de los tejidos. Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el bajo aporte de este nutriente está relacionado con el empeoramiento de los síntomas de las enfermedades de los pulmones.
Espinacas
Las espinacas son otro de los alimentos implicados en la salud pulmonar gracias a su contenido en vitamina E. Además, el Laboratorio de Investigación de Antioxidantes en la Universidad de Tufts (Massachusetts), ha demostrado que la luteína y la zeaxantina presentes en los vegetales de hoja verde están relacionados con la reducción del riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, principalmente el de este órgano.
Kiwi
Los cítricos no son los únicos que nos aportan vitamina C en altas cantidades, también lo hacen otras frutas como el kiwi. Esta vitamina ayuda a fortalecer las defensas que nos protegen del desarrollo de las infecciones respiratorias.
Brócoli
Además de por su alto contenido en vitamina C, el brócoli es beneficioso para los pulmones debido al sulforofano, un compuesto que ayuda a eliminar las bacterias dañinas que se acumulan en este órgano. El estudio, realizado por científicos de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, demuestra que este compuesto químico ayuda a prevenir severas infecciones pulmonares que a menudo afectan a los fumadores o a pacientes afectados con una enfermedad pulmonar.
Manzana
Según un estudio realizado en el Hospital Universitario Saint George de Londres, consumir una manzana a diario es beneficioso para el bienestar pulmonar. Esto se debe a su contenido en quercetina, un flavonoide cuyas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias protegen este órgano de los agentes agresores como contaminación, alérgenos o tabaco.
Yema de huevo
La yema de huevo aporta altas cantidades de vitamina A, un nutriente que interviene en la regeneración de las mucosas dañadas por trastornos respiratorios como asma y bronquitis, entre otros. Su contenido en vitamina D es otro de los factores que la convierten en clave para mantener los pulmones en buenas condiciones.
Aceite de oliva
El aceite de oliva virgen extra, uno de los pilares de la dieta mediterráneo, es fundamental para cuidar de nuestra salud general y, concretamente, de la pulmonar. La clave, su contenido en vitamina E, nutriente que neutraliza la acción de los radicales libres en el organismo.
Cítricos
Los cítricos (limón, pomelo y naranja) aportan mucha vitamina C al organismo. Este nutriente ayuda a prevenir el daño de los radicales libres que pueden causar inflamación pulmonar. Un estudio británico publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine demostró que las personas que consumen altas cantidades de vitamina C y magnesio tienden a disfrutar de una mayor salud pulmonar. No solo eso, y es que las personas que consumen más vitamina C al día experimentan un menor declive de la función pulmonar a lo largo del tiempo.
Salmón
Una de las vitaminas que más beneficia la salud respiratoria es la D, presente en pescados azules. Además, su contenido en omega 3 poseen un efecto antiinflamatorio muy beneficioso para los pulmones. Estos ácidos grasos saludables reducen el efecto de los radicales libres que producen inflamación en el tejido pulmonar.
Tomate
El tomate contiene licopeno, un antioxidante que protege las células de los radicales libres responsables de la degeneración de los tejidos y disminuye la incidencia del cáncer de pulmón. ¡Añádelo a tu dieta!