¿Aspiras a una piel perfecta? Así debe ser tu dieta
Nuestra alimentación tiene que ver (y mucho) en el aspecto que luce nuestra piel. Una mala alimentación puede provocar la aparición de arrugas prematuras, pérdida de su brillo natural, etc. Te descubrimos los alimentos que no pueden faltar en tu dieta para que tu piel esté sana.
Quizá no te habías parado a pensarlo, pero la piel es el órgano más grande del cuerpo. Ella, junto a sus derivados (como son el cabello, las uñas y las glándulas sebáceas y sudoríparas), conforman el sistema tegumentario. Una de sus características principales es la protección, ya que protege al organismo de factores externos como bacterias, sustancias químicas y temperatura.
Para mantenerla sana, probablemente hayas instaurado una rutina de skincare diaria, utilizarás crema con factor de protección e incluso te aplicarás tratamientos específicos para mejorar su aspecto y que luzca sana, especialmente la piel de tu rostro. Todo suma, pero también es necesario tener en cuenta que nuestra alimentación influye en el aspecto de la piel. De hecho, existen problemas de piel (como el acné, la psoriasis o el eccema) que mantienen una estrecha relación con la alimentación y que pueden mejorar o empeorar gracias a ésta. Te contamos qué alimentos y vitaminas no pueden faltar en tu dieta para que tu piel luzca tan sana como radiante.
Come cinco porciones de frutas y verduras todos los días
Vale, este nutriconsejo lo habrás leído hasta la saciedad, pero es que es muy cierto. Las frutas y verduras contienen poderosos antioxidantes que ayudan a proteger la piel del daño celular causado por los radicales libres. Elementos como los radicales libres, el tabaquismo, la contaminación y la luz solar pueden provocar arrugas prematuras y manchas indeseadas en la piel. Elige tus frutas y verduras favoritas e intenta consumir al menos cinco porciones al día . El betacaroteno, que se encuentra en las zanahorias, las batatas y la calabaza, y la luteína, que se encuentra en el kale, junto a la papaya y la espinaca, son opciones perfectas y notarás la diferencia a muchos niveles.
La vitamina C, esa poderosa aliada
La vitamina C también es otro superantioxidante necesario para apoyar el sistema inmunológico, promover que nuestra piel tenga un aspecto radiante y ayudar a que las imperfecciones se curen adecuadamente. Las grosellas negras, los arándanos, el brócoli, la guayaba, los kiwis, las naranjas, la papaya, las fresas y las batatas constituyen importantes fuentes de vitamina C. Esta es necesaria para producir colágeno, encargado de fortalecer los capilares que irrigan la piel.
Cuidado con las dietas extremas
Perder y recuperar peso repetidamente puede afectar a tu piel, provocando flacidez, arrugas y estrías. Las dietas intensas a menudo también son escasas en vitaminas y minerales esenciales. Siempre es mejor llevar una dieta sana y equilibrada y evitar someterse a dietas radicales (que además están del todo desaconsejadas). Si estás considerando iniciar un plan de pérdida de peso, asegúrate de contar con la información necesaria y la opinión de un experto.

manos sujetando cuenco con nueces de brasil
Selenio, clave para una piel elástica
El selenio es otro poderoso antioxidante esencial para apoyar al sistema inmunológico. Una dieta rica en selenio puede ayudar a proteger contra el cáncer de piel, el daño solar y las manchas de la edad. Para obtener una buena dosis, hazte con nueces de Brasil. Solo cuatro nueces proporcionarán la cantidad diaria recomendada. Increíble, ¿verdad? También son ricos en selenio los pescados y mariscos, además de las semillas de girasol o las de mostaza.
Bebe mucha (pero mucha) agua
Una piel sana debe ser flexible, y es ahí donde entra el factor de la hidratación. Incluso la deshidratación leve hará que nuestra piel se vea seca, cansada e incluso ligeramente gris. Lo recomendable es beber de seis a ocho vasos de agua al día; todos los líquidos cuentan para la cantidad diaria, pero el agua es siempre la mejor opción. También puedes mantenerte hidratada gracias a frutas como la sandía y verduras como el calabacín, muy ricas en agua.