La castaña, un fruto muy completo y con numerosas propiedades
Si crees que las castañas solo pueden comerse asadas y no sabes qué beneficios puede tener un fruto como este para tu salud, te desvelamos todas sus propiedades. ¡Sigue leyendo!
En cuanto empieza a refrescar, ya sabes lo que toca. Los puestos de helados se cambian por otros que nos gustan casi casi lo mismo: los puestos de castañas asadas. Las castañas son señal de que comienza el otoño y con él los meses más fríos, y son un fruto que seguro te evoca recuerdos de niñez.
Las castañas son una especie de nuez comestible que proviene de un árbol (el castaño) perteneciente la misma familia que el haya. Crecen en una cáscara verde y cuajada de pequeñas espinitas blandas que cuando se pelan revela la nuez. La temporada de castañas suele darse de octubre a diciembre, pero la mayoría de las veces se alarga de septiembre a enero o incluso febrero. Eso sí, estos no deben confundirse con las castañas que provienen del castaño de Indias, que no son comestibles, o las castañas de agua que se pueden encontrar en la cocina asiática. Estas últimas no provienen de un árbol sino de un bulbo.
Valor nutricional
Bien, vamos con los nutrientes que podemos encontrar en este fruto tan otoñal. Unos 100 gramos de castañas aportan 149 calorías y, a diferencia de otros frutos secos, son más altas en carbohidratos, ya que contienen 28 gramos por cada 100. También son más bajas en proteínas y grasas que por ejemplo las nueces, con solo 1,9 y 2,2 gramos respectivamente. Pero tranquila, porque casi toda la grasa de las castañas es ‘grasa buena’ o grasa insaturada. También son una buena fuente de fibra, con 5,1 gramos, lo cual es siempre va a resultar beneficioso para la salud de nuestro sistema digestivo .
Otros nutrientes que se encuentran en las castañas, aunque en menor medida, incluyen calcio, que ayuda a formar huesos y dientes fuertes, así como a asegurar que nuestra sangre se coagule correctamente. El hierro también está presente, fundamental para producir nuevos glóbulos rojos, y zinc, que ayuda a producir nuevas células, digerir los carbohidratos y proteínas y ayudar a curar heridas.
Las castañas también contienen vitaminas de tipo B, que son necesarias para ayudar a liberar energía de los alimentos y vitamina E, que ayuda a cuidar la salud de nuestros ojos y piel y favorece el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico.

crema de castanas en cazuela
¿Cómo pueden comerse?
Siempre puedes optar por la opción clásica, que son las castañas asadas (esas que venden en puestos callejeros). Ideales como snack y para compartir un bocado calentito (o zampártelas tú sola). Si quieres puedes incorporarlas como ingrediente a platos de cuchara, aunque a priori pueda parecer una opción arriesgada. Por ejemplo, en el cocido gallego puedes añadir castañas en lugar de patatas.
Como opciones dulces, quizá un poco más habituales, encontramos las castañas en almíbar, la crema suave para untar (genial como aperitivo), la tarta y el bizcocho de castañas. ¿Pensabas que este fruto tan otoñal solo se podía consumir de una manera? ¡Pues estabas equivocada! ¿Cómo las prefieres tú?