Razones para amar las semillas de calabaza
Bien como picoteo healthy o como ingrediente original que añadir a algunas recetas, las semillas de calabaza son un alimento versátil que puede ayudar al correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Cuando sales a tomar algo es posible que, para acompañar las bebidas, te hayan colocado al lado frutos secos o pipas, aunque rara vez nos sirven semillas de calabaza. Es cierto que no suelen consumirse habitualmente (las pipas de girasol son más populares, por ejemplo), pero se trata de semillas verdes comestibles, planas y de forma ovalada. Cuando se retiran de la pulpa de una calabaza, se pueden lavar y asar, ya sea al natural o con otros elementos como aceites y especias, genial como aperitivo delicioso, crujiente y que gustará a todos.
Una ración de 28 g (unas seis semillas, aproximadamente) contiene unas 128 calorías, 7 gramos de proteína, 1,7 de fibra, 13 de grasa, 190 mg de magnesio, 260 mg de potasio, 20 de colina, 2,35 de vitamina K, 2,52 de zinc y 2,84 de hierro. Pueden ser pequeñas y delgadas, pero las semillas de calabaza son poderosas fuentes de nutrientes y beneficios para nuestra salud. Al igual que las nueces, las semillas de calabaza son una gran fuente de proteínas y grasas insaturadas, incluidos los ácidos grasos omega-3 y omega-6. También contienen una buena variedad de nutrientes, entre los que encontramos hierro , calcio , vitamina B2, ácido fólico y betacaroteno, que después el cuerpo convierte en vitamina A.

mujer echando semillas de calabaza a la ensalada
Puede ayudar a equilibrar el nivel de azúcar en sangre. Las semillas de calabaza, junto con la linaza, pueden ser útiles para prevenir las complicaciones derivadas de la diabetes, como el colesterol alto.
Las semillas de calabaza también ayudan a regular la presión arterial. Al ser una excelente fuente de magnesio, pueden ayudar a regular la presión arterial como parte de una dieta saludable. El magnesio también es necesario para regular el sueño de forma normal, por lo que puede ayudar a mejorar la calidad de nuestro sueño.
Además, constituyen una buena fuente de grasas insaturadas, incluido el ácido alfa-linolénico. Por eso, son beneficiosas para el corazón y la prevención de enfermedades cardiovasculares, eso sí, como parte de una dieta equilibrada. Y por si te había parecido poco, las semillas de calabaza son una buena fuente de antioxidantes, que pueden favorecer a la eliminación de los 'radicales libres' que pueden dañar las células.
Estas pipas también se pueden convertir en aceite, que puede tener el potencial de prevenir o tratar trastornos urinarios, aunque todavía se están desarrollando estudios que lo demuestren.
¿Cómo las puedes comer?
Lo más sencillo es tostarlas tú en casa, añadiendo un poquito de aceite y una pizca de sal y untándolas para después hornearlas a unos 120º hasta que empiecen a tostar. Remueve un poco cada 20 minutos para que no se quemen y se tuesten de manera uniforme. Si prefieres añadir alguna especia, pueden quedar estupendas con un poco de pimienta o pimentón.
Además de tomarlas como aperitivo, podrás añadirlas a ensaladas, sobre espárragos trigueros para darles un toque crujiente, a cremas de verduras, o incluso a bizcochos, como harías con cualquier otra semilla.