Los frutos secos más saludables
Con un alto contenido en grasas de buena calidad, proteínas, fibra y antioxidantes, los frutos secos son un tesoro para la salud.
Los frutos secos son uno de esos alimentos que han sido demonizados durante mucho tiempo por ser ricos en grasas. Sin embargo, estas grasas están catalogadas como buenas, pues son las que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Por poner dos ejemplos, tanto las almendras como las nueces son ricas en Omega 3 (un tipo de ácido graso) y ayudan a bajar el colesterol malo (LDL).
Además de grasa saludable, los frutos secos poseen una nada despreciable cantidad de fibra, perfecta para evitar el estreñimiento y mantener una óptima salud digestiva, así como proteínas y otros nutrientes, como antioxidantes, cargados de beneficios.
Por si esto fuera poco, diferentes estudios han llegado a la conclusión de que incluir más frutos secos en un plan de alimentación sano como puede ser la dieta mediterránea, podría prevenir el deterioro cognitivo que se produce con la edad. También mantener la memoria en buen estado.
Los científicos creen que los flavonoides, con acción antioxidante, son antiinflamatorios, anticancerígenos y protegen el corazón. Además, tienen efectos de protección de las neuronas y hasta son capaces de fomentar su nacimiento (neurogénesis). También han observado que mejoran el flujo de sangre al cerebro. Pues bien, la buenísima noticia es que los frutos secos son muy ricos en estos antioxidantes. ¡No se puede pedir más!
¿Sirve cualquier fruto seco?
Todos los frutos secos guardan en su interior beneficios para la salud. Sin embargo, hay que tener presente que se deben consumir con moderación (20-25 gramos al día) y o bien crudos o bien tostados y sin sal. No entrarían dentro de este grupo, por tanto, los frutos secos que se venden fritos o tostados con sal y, mucho menos, los recubiertos de miel, chocolate, etc.
Otra buena idea para beneficiarnos del consumo de frutos secos es tomarlos en crema o mantequilla. La mantequilla de frutos secos es muy sencilla de hacer en casa, solo tendremos que tostar o asar al horno el fruto seco en cuestión y batirlo hasta que se forme una crema untuosa. La parte negativa es que para ello debemos contar con un robot de cocina o una batidora bastante potente, pues hay que estar un buen rato batiendo y el motor podría calentarse demasiado. Si prefieres comprar la mantequilla, perfecto, eso sí debes fijarte que en la lista de ingredientes solo figure el fruto seco. Si es de cacahuete, solo cacahuete. Si es de anacardos, solo anacardos. Esa es la clave para que sea saludable. Un último apunte relacionado con las mantequillas de frutos secos: hay que ser muy consciente de la cantidad que tomamos pues este formato untable hace que sea más fácil pasarse de la raya. Recuerda, sus grasas son buenas, pero no hay que pasarse.
Los más sanos
Aunque todos los frutos secos si cumplen los requisitos que hemos comentado son muy sanos, hay 9 que se llevan la palma. Son las almendras, los pistachos, las nueces, los anacardos, las nueces pecanas, las de macadamia, las nueces de Brasil (coquitos), las avellanas y los cacahuetes.