Cómo superar el síndrome de la cama vacía

Aunque las nuevas formas de convivencia se van instaurando, persiste el mensaje subliminal propiciado por la publicidad y los modelos mentales de que el matrimonio es el estado ideal. Por eso muchas mujeres, a pesar de los logros profesionales o intelectuales, viven la soltería como una especie de castigo divino. “La consecuencia de ello resulta evidente: muchas de ellas terminan eligiendo a alguien por necesidad más que por deseo, conexión o amor, los motivos que deberían imponerse a la hora de buscar con quién compartir la vida”, aclara Verónica Rodríguez, terapeuta y directora de Coaching Club.

El síndrome de la cama vacía genera sensación de desprotección, tristeza y abandono. “Además puede causar toxicidad emocional, trastornos del sueño, pensamientos obsesivos y desórdenes depresivos”.

Es algo frecuente tras una ruptura o separación. “La sensación de incertidumbre suele ser mayor en aquellas féminas que han convivido en pareja y se han acostumbrado a tomar resoluciones juntos. ¿El problema? Al fallar el otro desaparece la seguridad, la realización y el reconocimiento, dando paso a la inseguridad”.

Sea cual sea tu caso, es posible solventar este malestar anímico. Es fundamental reconocer que tenemos un conflicto interno y crear un escenario para resolver el problema. ”Date la oportunidad para conectar con tu libertad y tus deseos más recónditos. Esto fortalece el autoconocimiento y la autoestima”.  También es importante salir de la rutina y hacer cosas que en una relación no se hacían por falta de tiempo o porque no estaban bien vistas “Ampliar la lista de actividades y autoconcesiones desarrolla la creatividad y permite desafiar creencias y estereotipos”

Establecer un vínculo a cualquier precio compromete tu salud emocional. Vas a centrar tus esfuerzos en el hecho de ser amada más que en el de amar, focalizando tu atención en aquello que te falta y no en lo que posees. Puedes desear tener una media naranja, pero piensa que las relaciones que funcionan  empiezan y fluyen con suavidad  y no nacen para mitigar necesidades o supuestos vacíos.

Conecta con tus necesidades y no antepongas códigos y mandatos familiares y culturales a tus deseos. Tampoco te dejes llevar por el ‘que dirán’.

“No es una penitencia. Es un estado natural y puedes crear una existencia a tu medida”.,

No busques la felicidad en formato de pareja tradicional. “El bienestar físico y psíquico no depende de vivir sola o acompañada”.

y deja que la vida discurra sin manipular, evitando obsesiones y ofuscaciones.

Evita los chantajes emocionales de amigas y familiares en relación a temas vinculados con la soledad y la pareja.