10 alimentos que no debemos lavar antes de consumir
¿Eres de las que pasa todos los alimentos bajo el grifo antes de cocinarlos o consumirlos? Pues es un error. Te hablamos de los alimentos que no debemos lavar.
Es cierto que al cocinar debemos prestar especial atención a la higiene y la limpieza para evitar intoxicaciones y proteger la salud. Sin embargo, a veces, en nuestra búsqueda excesiva por la máxima limpieza, cometemos el error de lavar ciertos alimentos que no deberían ser lavados antes de cocinarlos o consumirlos. Es lo que sucede, por ejemplo, con el pollo. Es muy frecuente que, tanto al comprar un pollo entero como al comprar pechugas de pollo, los lavemos primero y después procedamos a manipularlos o cocinarlos, sin embargo, esta práctica, lejos de ser un buen método para proteger nuestra salud, la pone en peligro. ¿Por qué? Dos palabras nos dan la explicación: contaminación cruzada.
La contaminación cruzada consiste en el traspaso o propagación de bacterias de un alimento a otro. ¿Y cómo puede producirse esto? Al lavar alimentos como el pollo bajo el chorro del grifo, el agua salpica y extiende o propaga las bacterias a trapos de cocina, la encimera, utensilios y otros alimentos. Por este motivo, hay comida que debemos evitar lavar.
Lavar el pollo crudo es una de las prácticas más habituales, tanto es así que la OCU advirtió del riesgo de esta práctica y no ha sido la única: la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA) también ha concienciado sobre este peligro y los motivos por los que hay que dejar de hacerlo. Aunque esta práctica pueda derivar en síntomas como diarrea, fiebre, vómitos y, a pesar de que en la mayoría de los casos los problemas suelen durar solo unos días, también puede provocar problemas más importantes a largo plazo.
No debemos olvidar que al cocinar los alimentos a las temperaturas adecuadas estamos eliminando esas bacterias o posibles microorganismos que a veces provocan una intoxicación.
Igual que hay ciertos alimentos que siempre debemos lavar antes de consumir y no siempre lo hacemos, como es el caso de las naranjas, los alimentos enlatados, las latas de refresco o las legumbres secas, hay alimentos que nunca deberíamos lavar y sin embargo lo hacemos, como el ya mencionado pollo, otros tipos de carnes crudas o el huevo.
¿Quieres saber más sobre esto y poder corregir las prácticas erróneas que estás cometiendo sin saberlo? No te pierdas nuestra galería y toma nota.
Huevo
No debemos lavar los huevos y después guardarlos porque tienen una membrana protectora que evita que las bacterias puedan pasar de la cáscara al interior, por tanto, no es necesario lavarlos y, de hecho, al hacerlo, el agua puede eliminar esa barrera de protección, dejando vía libre a microorganismos y bacterias.
Carne cruda
¿Lavas la carne cruda debajo del grifo antes de cocinarla? Esta práctica es un error. Solemos pensar que al hacerlo, eliminamos las bacterias que pueda contener, sin embargo, eso no es así, al contrario: lo que puede suceder al lavar la carne cruda es que esas bacterias se propaguen y se produzcan contaminaciones cruzadas, es decir, esas bacterias pueden acabar en trapos de cocina, utensilios u otros alimentos. No debemos olvidar que al cocinar la carne a temperaturas correctas eliminamos las bacterias.
Pescado crudo
Aquí hay que matizar dos casos; si hemos comprado el pescado ya limpio y preparado para cocinar es mejor no volver a lavarlo para evitar así exponerlo a bacterias y que estas se puedan propagar. Sin embargo, si vamos a quitarle las vísceras y limpiarlo, entonces si será necesario lavarlo.
Pollo
Es muy frecuente comprar un pollo entero y lavarlo bajo el grifo antes de cocinarlo y, nuevamente, esto es una práctica que puede ser peligrosa, ya que, como explicábamos antes, al hacerlo, el agua salpica sobre el pollo y se diseminan esas bacterias a otras partes y objetos o alimentos de la cocina, pudiendo producirse lo que denominamos contaminación cruzada. Cuando cocinamos el pollo ya estamos “matando” esas posibles bacterias. Esto es tan común que incluso la OCU advirtió del riesgo que supone esta práctica por la propagación de la bacteria campylobacter.
Pavo
Lo mismo que sucede con el pollo ocurre con el pavo. Si lo lavamos bajo el grifo aumentamos el riesgo de que proliferen las bacterias y se contaminen otros alimentos con ellas.
Ensaladas de bolsa
¿Sueles comprar ensaladas de bolsa, es decir, esas que ya vienen preparadas y listas para ser consumidas? Debes saber que antes de envasarlas ya han sido sometidas a un proceso de higienización, por lo que no es necesario lavarlas, ya que lo único que hacemos con ello es “exponerlas” al contagio innecesario de alguna bacteria o microorganismo que pueda haber en la cocina.
Verduras y hortalizas envasadas
Es innecesario lavarlas porque ya han sido sometidas a un cuidado proceso para prepararlas y que estén listas para ser directamente cocinadas.
Pasta cocida
¿Lavas la pasta después de haberla cocido? Esto no se debe hacer, ya que fomentamos que pierda almidón y nutrientes, además, también pierde textura y se queda demasiado blanda.
Alimentos congelados
¿Tienes algún alimento congelado y tienes prisa por cocinarlo? Recurrir al agua para acelerar su proceso de descongelación es un error, ya que rompemos la cadena de frío. Lo mejor es dejar que se descongelen a temperatura ambiente.
Setas
En este caso también debemos matizar: un lavado superficial de las setas y su posterior secado no es negativo, pero sumergirlas o ponerlas en remojo es un gran error, porque absorben mucha humedad y pierden sabor y nutrientes.