Sea o no el desayuno la comida más importante del mundo, tal y como se debate acaloradamente en un sector de la comunidad científica experta en nutrición, lo que está claro es que hay pocos placeres gastronómicos más disfrutables que un desayuno especial. Es importante matizar este adjetivo calificativo, porque no se trata de comer a lo bestia, sino de disponer de un menú rico y equilibrado, con matices diferentes a lo que solemos tomar cuando vamos con prisa a trabajar, para degustar con todo el tiempo del mundo. Para unos, la compañía hará el resto, ya sea humana, animal o en forma de periódico o libro.
Hacía tiempo que teníamos en mente reunir algunas ideas originales para que puedas ampliar el registro del desayuno, que en muchos hogares suele ser la comida con el esquema más repetitivo. Esto hace también que para infinidad de personas sea muy complicado abrirse a opciones alternativas, incluso cuando algunas tienen que ver con cambiar los hábitos de alimentación por cuestiones de salud.
Incluir la fruta en su estado sólido original, evitar los productos industriales y el exceso de azúcar añadido cuya presencia es tan común en la primera comida del día, así como abrirse a la riqueza que aportan los ingredientes salados a esta comida, son pasos muy importantes para que puedas disfrutar en plenitud de desayunos variados y especiales. Para que todos lo entendamos claramente, no estamos hablando de tomar el doble de cereales azucarados, una cucharadita de chocolate -que no cacao puro- soluble en la leche y terminar con tu bollo industrial favorito al que solo le metes mano los domingos por ser eso, domingo.
Como siempre incidimos en estos casos, es comprensible que un cambio lleve intrínseco un proceso previo de asimilación y un desarrollo del mismo paulatino. Esto es lo normal porque, entre otras cosas, hay que reeducar al paladar y acostumbrar al cerebro a un cambio en la dieta, pero no hay nada más potente para activar la motivación del cambio en alimentación como engalanar lo que comas con ideas ricas y atractivas como las que te vamos a dar.
Se da la causalidad, además, que el día 13 de febrero se celebra el Día Nacional del Desayuno en España, así que esta batería de consejos para incluir en tus desayunos especiales no puede llegar en mejor momento para aportar nuestro granito de arena.
Huevos benedict
Huevos benedict
Un clásico de los brunch que en España no termina de conquistar de forma masiva por nuestra tendencia al dulce en la primera comida del día son los huevos benedict. Sobre pan tostado -muffin inglés en la receta original-, pon una loncha de un buen jamón cocido y sobre ellos unos huevos escalfados coronados con un chorro abundante de salsa holandesa.
Tortitas de avena y plátano
Tortitas de avena y plátano
Repetimos con la avena, uno de los cereales que más juego dan en los desayunos, en este caso para hacer unas tortitas en combinación con un plátano maduro, aprovechando su dulzor natural. Puedes añadir a la mezcla algún edulcorante extra, pero no es necesario ni, sobre todo, recomendable. Ya que te has decidido a hacerla, ten el capricho de rematarlas a tu gusto con libertad.
Granola casera, yogurt y frutos rojos
Granola casera, yogurt y frutos rojos
Hasta no hace tanto tiempo era impensable que hubiera tanta gente dispuesta a dar protagonismo al yogurt en el desayuno, pero poco a poco vamos siendo conscientes de las posibilidades tan estupendas que ofrece. Corta sobre él un poco de tu fruta favorita o añade algún fruto rojo como la frambuesa, y ponle un punto crujiente con la granola que hayas hecho en casa previamente.
Brocheta de frutas
Brocheta de frutas
Si te cuesta comer la fruta, vístela con un poco de gracia. En vez de tirar una manzana picada sin más en un bol, prueba con mezclar varias, al estilo de la macedonia -con o sin zumo de naranja-, que por muy tradicional que sea no deja de estar muy rica. Piensa en aquellas que puedes dejar abiertas como las de verano, los frutos rojos o algunas tropicales como la piña, y dale color al plato. Si tienes peques en casa, preséntalas en forma de brocheta para que resulten mucho más atractivas y coloridas todavía.
Bagel
Bagel con aguacate y huevo poché
Lo ideal es hacer la masa del bagel casera, pero puedes buscar alguna que te guste en el mercado, a poder ser lo menos industrial posible. Machaca un aguacate para que quede untuoso, repártelo sobre este panecillo y pon sobre él un huevo poché. Cierra el bagel y a disfrutar.
Tosta de salmón y queso fresco
Tosta de salmón y queso fresco
Date un homenaje que para eso es un día especial con un buen salmón ahumado y el pan artesanal de masa madre de tu panadería de confianza. Remátalo con un acompañante que aporte matices opuestos como puede ser un queso fresco de calidad. Si eres muy panera, prueba la mezcla en un bagel.
Porridge con avena y coco rallado
Porridge con avena y coco rallado
Se ha puesto muy de moda en los últimos años este desayuno que en el Reino Unido es un clásico. Lo mejor que tiene es que, además de lo rico que está y de lo fácil que es es personalizarlo según el gusto de cada uno, es que es realmente saludable. Copos de avena hidratados con leche en el fuego, un toque de cacao puro y cuando esté listo otra pizca de coco rallado natural. Cualquier otra fruta es bienvenida también.
Fresas con mascarpone y cacao puro
Fresas con mascarpone y cacao puro
Con la temporada del fresón a la vuelta de la esquina, te traemos una de nuestras fórmulas favoritas para disfrutarla en desayunos y postres: con mascarpone rebajado con una gota de leche y cacao en polvo puro espolvoreado por encima. Puedes probar también con moras o arándanos.
Tostadas de crema de cacao y avellanas casera
Tostadas de crema de cacao y avellanas casera
Para los dulzones, el capricho de la semana es una crema versión casera de la crema de avellanas y cacao. Un clásico que ya te enseñamos a hacer en su día, y que es un pecado maravilloso con el que empezar el día de vez en cuando.