El desafío de perder peso es mantener esa cintura ideal y no volver al estado anterior. La dieta yoyó suele ser muy común en personas que pierden muchos kilos y se caracteriza por su efecto rebote, que te hace recuperar todo el peso perdido y, a veces, incluso más. Un estudio de la revista Obesity siguió a 14 concursantes del programa americano The Biggest Loser durante seis años para comprobar cuál era su evolución. En el estudio, 13 de los 14 concursantes recuperaron su peso anterior al concurso. De hecho, cuatro de ellos llegaron a pesar más que antes de entrar en el programa.
Los investigadores del estudio concluyeron que cuando se pierde un peso significativo, el cuerpo reacciona con un apetito más fuerte y ralentizando el metabolismo. No obstante, existen algunas pautas que pueden prevenirlo.
Por otro lado, en muchas mujeres las presiones de la moda y la llegada del buen tiempo pueden llevarlas a esforzarse por hacer una operación bikini para lucir perfectas en las épocas estivales. No obstante, el problema se plantea cuando hemos alcanzado ese objetivo y estamos en la meta. Las primeras preguntas que nos vienen a la cabeza es qué hacer, cómo mantenerlo o si hay trucos que funcionan para no volver a nuestro peso anterior.
La realidad es que normalmente las personas que acaban de perder un peso significativo tienden a olvidarse de sus planes nutricionales o lo que es peor, sus rutinas. Sabemos que una dieta no es para pasar hambre sino para aprender a comer bien y finalmente disfrutar con ello. El equilibrio en nuestras comidas es el mayor logro. No obstante, olvidarnos de ese equilibrio y ese plan es nuestro primer error.
Los planes nutricionales son esquemas para conseguir un objetivo y si están bien planificados nos enseñan también cómo comer bien. Si dejamos de seguir esa rutina, es muy probable que terminemos subiendo de peso de nuevo. Esto nos llevará a volver al inicio y perder todo el camino recorrido.
Sin embargo, unos buenos hábitos alimentarios pueden mantenerte en tu peso para que te sientas bien física y mentalmente. Esto no solo te permitirá mantener tus buenos resultados sino que te hará sentirte bien. Aunque el ejercicio es una de las claves más importantes, no es la única pauta a tener en cuenta.
La planificación, los hábitos y la variedad de los alimentos en la dieta son los puntos más importantes para esta carrera de fondo. Te contamos más a continuación.
Opta por productos sanos también en celebraciones
Si has perdido peso recientemente, es posible que quieras darte un capricho para celebrarlo. No obstante, una buena recomendación es tomar un 'cheat meal' saludable que no arruine tus logros. Existen múltiples opciones de recetas dulces y saladas en su versión 'fit'. Además, si vas a celebraciones, recuerda no excederte. Muchas fiestas consecutivas pueden pasar factura. Mejor escoge aquellas opciones más saludables para ti y que te gusten.
Controla las cantidades que comes
Cuando acabas de perder peso, hay que tener en cuenta la 'adaptación metabólica'. En la época de pérdida, tu metabolismo suele ralentizarse. Por otro lado, la leptina, hormona de la saciedad, disminuye y hace que tengas más hambre. Para no ingerir las mismas calorías que antes, una recomendación es controlar lo que comemos. La calidad de los alimentos y sus nutrientes son una buena forma de tomar conciencia de nuestra dieta. Los estudios señalan que ser consciente de lo que comes te ayuda a elegir alimentos más saludables.
Revisa tu peso (sin obsesionarte)
Muchas personas cuando alcanzan su peso ideal no vuelven a tener control sobre su cuerpo. La báscula no es la mejor forma de calcular tus éxitos, pero puede ser una ayuda interesante. Esto se debe a que esta nos hace ser conscientes de nuestra dieta y nos puede dar avisos de cuándo hay que cambiar.Un consejo es establecer un día a la semana para pesarse. Dado que el peso fluctúa a lo largo de la semana, el miércoles puede ser un día ideal. No obstante, recuerda no obsesionarte, ya que no es lo mismo un kilo de grasa que de músculo.
Evita los ultraprocesados 'fit'
Las opciones congeladas del supermercado pueden estar enmascaradas con buenas opciones y saludables, pero en su mayoría contienen muchos azúcares. Por ello, evita comprar estos ultraprocesados 'fit' y opta por productos frescos y naturales. Si quieres comprar una opción congelada, revisa todos sus ingredientes y desecha aquellas que contengan aditivos y conservantes.
No te olvides de la proteína
Cuando estás en tu peso ideal, consume también las adecuadas proporciones de proteínas. Para mantener el músculo, hay que ingerir proteínas para que no se descomponga. Si no se consume suficiente proteína, la tasa metabólica puede ralentizarse. Si hay una carencia de músculo, cuando se vaya a quemar la grasa se podrá subir de peso.Las cantidades adecuadas para cada persona varían dependiendo de tus necesidades. Las mejores fuentes de proteínas son los frijoles, los lácteos, el pollo, el pescado, los cortes de carne de res, las nueces, la quinoa, el cerdo y los granos.
Toma carbohidratos con moderación
La ausencia de carbohidratos en tu cuerpo puede tener consecuencias como cansancio, agotamiento, irritabilidad y letargo. Aunque en un principio pudiera funcionar para bajar peso, los carbohidratos son necesarios. El cerebro y el sistema nervioso necesitan estos nutrientes para funcionar correctamente. Por otro lado, el músculo utiliza los carbohidratos para obtener energía.
Busca una nueva rutina de ejercicios
El ejercicio es fundamental para un estilo de vida saludable, especialmente para perder peso. Sin embargo, tener una misma rutina durante demasiado tiempo puede resultar contraproducente. La ausencia de desafíos puede suponer que la pérdida de calorías sea inferior. Por ello, te recomendamos que busques una tabla de ejercicios adaptada a tus nuevas necesidades. La mejor opción es que busques aquella que te guste y con la que disfrutes.
Revisa tu medicación
La píldora anticonceptiva, al igual que otros medicamentos, puede afectar a nuestro cuerpo y metabolismo. Por ello, debes revisarlos si crees que pueden estar provocándote un aumento de peso. No obstante, nunca dejes de tomar un medicamento recetado. Consulta a tu médico y valora con él tus posibilidades.
Duerme lo suficiente
No dormir suficientes horas puede ralentizar el metabolismo y provocar un aumento de peso. Un estudio señaló que perder 30 minutos de sueño puede aumentar hasta un 17% el riesgo de padecer obesidad. Esto se debe a que los niveles de grelina, hormona estimulante del hambre, aumentan y la leptina, que suprime el apetito, se reduce. La cantidad recomendada son siete u ocho horas de sueño diarias.
Bebe té verde
El té verde es un estimulante natural del metabolismo. Un estudio descubrió que tomar 4 ó 5 tazas de té verde a diario puede equivaler a un rutina deportiva de 25 minutos. No obstante, recuerda que ambas cosas deben complementarse. Además, el té es una excelente opción para tomar en tus salidas de ocio.