En verano, nuestro cuerpo tiene que adecuarse a las altas temperaturas e incluso a un cambio de hábitos. En esta época del año es importante apostar, sobre todo, por alimentos ligeros y ricos en agua que nos aporten toda la hidratación que perdemos debido al calor. Por ello, vamos a recomendarte algunos de esos alimentos que deben estar en tu cesta de la compra durante todo el año, pero especialmente en esta época.
En cada estación hay ciertos alimentos de temporada que, por sus propiedades, te recomendamos incluir en tu dieta. Las visitas al chiringuito o a las terrazas suelen ser más frecuentes en esta estación del año. Aunque en los chiringuitos también hay platos saludables, normalmente solemos optar por los más calóricos, y estos alimentos que te proponemos son perfectos para compensar los excesos, además de hidratarnos. Su alto contenido en vitaminas como la A y E, ambas con un efecto antioxidante que protege la piel de los radicales libres. Un buen ejemplo de este tipo de alimento es el tomate, que no puede faltar en nuestra dieta durante el verano, ya sea en forma de gazpacho, salmorejo o en una nutritiva ensalada.
La vitamina B presente en lácteos es clave para una piel hidratada y protegida frente a la irritación. También favorece la renovación celular, mejorando la salud de la piel, pelo y mucosas. Por otro lado, la vitamina C combate las arrugas y manchas y estimula la producción de colágeno, por lo que en verano es importante consumir una dosis extra.
El Omega 3 presente en los pescados grasos es crucial para el organismo durante todo el año, pero especialmente durante los meses de calor. Este ácido graso poliinsaturado es imprescindible para mantener una piel sana e hidratada, ayudar a prevenir la aparición de manchas y el envejecimiento prematuro de la piel. Así que, ¿qué mejor que un buen espeto de sardinas para cuidarnos de una manera deliciosa? También son ricos en este ácido graso pescados como el salmón o la caballa.
Salmón, tomate, sandía, yogur... te contamos cuáles son los alimentos que no deberían faltar en tu lista de la compra durante el verano, por sus muchos nutrientes y propiedades para la salud.
Aceite de oliva
Es uno de los alimentos clave de la dieta mediterránea. Entre sus innumerables nutrientes, destaca la vitamina E, un antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres, que se acumulan por el efecto de los rayos del sol. Los radicales libres atacan el colágeno, generando una pérdida de elasticidad que se traduce en la aparición de líneas de expresión, arrugas y manchas. Otros alimentos que contienen vitamina E son los frutos secos.
Garbanzos
Seguro que no te apetece un puchero con el calor que hace, pero puedes incluirlos en tus ensaladas. Esta legumbre es fuente de zinc, un mineral muy importante para la piel porque favorece la renovación celular y el buen estado de la piel y mucosas, aportando tonicidad y elasticidad.
Melón
El melón es una buena fuente de vitamina C, que ayuda a la producción de colágeno y retrasa la aparición de arrugas en la piel. La vitamina C también abunda en el kiwi, el pimiento, el tomate o las fresas.
Salmón
Los pescados azules como el salmón, el boquerón o la caballa son una buena fuente de ácidos poliinsaturados. Son muy importantes a la hora de mantener la piel sana e hidratada, aspecto clave para hacer frente a las radiaciones nocivas del sol. Estas grasas saludables también previenen la degeneración macular del ojo, en cuyo desarrollo interviene la luz del sol.
Tomate
El tomate es una de las hortalizas que más hidratación nos aportan. Destaca su contenido en vitamina A, que desempeña un papel muy importante en la renovación de la piel y las mucosas. Contiene una gran concentración de betacaroteno, que una vez ingerido, se convierte en vitamina A. Dicha vitamina es crucial para la vista porque ayuda a prevenir la ceguera nocturna, retrasa la formación de cataratas y ayuda a prevenir la ceguera por regeneración macular, un trastorno en el que interviene la luz ultravioleta.
Yogur
El yogur aporta altas cantidades de vitamina B. Esta vitamina desempeña un papel importante en la hidratación de la piel y favorece la renovación celular, mejorando la salud de la piel, cabello cabello y mucosas frente a la acción agresiva del sol. Además, la vitamina E tiene propiedades antiinflamatorias que calman la piel y los ojos secos.
Sandía
Es una de las frutas de verano por excelencia. Contiene un 90% de agua y su aporte calórico es bajo (unas 20 Kcal por cada 100 gramos de sandía). Además, tiene un alto contenido en vitaminas y aporta fibra, potasio, magnesio e hidratos. Aporta una buena cantidad de antioxidantes y tiene propiedades diuréticas.
Zanahoria
Entre sus propiedades, destaca que estimula la producción de melanina, clave a la hora de conseguir un bronceado natural. También nos brinda cierta protección ante las radiaciones solares.
Pepino
El pepino no aporta apenas calorías (16 calorías por cada 100 gramos). Su elevado aporte de agua lo convierte en un alimento muy hidratante, ideal para los días de altas temperaturas y para evitar la retención de líquidos. Es rico en fibra y vitaminas C, A y E, así como en otros compuestos relacionados con la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Lechuga
Es la reina de las ensaladas, y también uno de los alimentos a tener en cuenta durante el verano. Es un alimento muy refrescante debido a su alto contenido en agua y nos aporta minerales y vitaminas como potasio, magnesio, calcio, vitamina A en forma de betacaroteno y vitaminas del grupo B.