Equinácea, rooibos o ginseng son algunas de las plantas medicinales que debes tener muy en cuenta a la hora de cuidarte durante los meses de otoño. Te contamos cuáles son las más importantes y qué beneficios aportan.
Con la llegada del otoño, los días se van haciendo más cortos y las temperaturas bajan. En esta estación del año estamos más expuestas a gripes, catarros y resfriados que podemos combatir con remedios naturales. Un buen modo de hacerle frente es a través de una alimentación saludable en la que no nos falte la vitamina C, presente en cítricos, kiwis o pimientos, entre otros. Las que también deberían estar presentes en tu cocina son las plantas medicinales.
El uso de las plantas medicinales para tratar pequeños síntomas es conocido como fitoterapia. Las plantas medicinales son conocidas por sus propiedades naturales, pues ayudan a aliviar, prevenir y tratar ciertos problemas de salud leves. Se utilizan desde la antigüedad, cuando los conocimientos médicos sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo no eran tan extensos como hoy en día. Por aquel entonces, se empleaban para aliviar el malestar o el dolor propios de algunas enfermedades. Hoy en día, seguimos recurriendo a muchas de ellas, pero siempre hay que tener en cuenta que no son milagrosas, sino una ayuda para dolencias leves.
Ahora en otoño, recurrir a ellas para mitigar las molestias típicas de esta estación es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud. En estos meses de temperaturas más frías, es cuando estamos más expuestos a gripes, resfriados y catarros. Un buen modo de hacerles frente es mediante remedios naturales como plantas medicinales. Una de las más conocidas en este sentido es la equinácea, que ha demostrado ser muy eficaz a la hora de subirnos las defensas. El rooibos y el té verde también son estupendas ayudas para fortalecer el sistema inmunitario, como también lo son alimentos como el yogur, salmón, ajo y cebolla. La alimentación y el ejercicio siempre son clave para tener el sistema inmunitario a punto, y las plantas medicinales pueden ser una buena ayuda para lograrlo.
Rooibos, salvia, ginseng, equinácea...cada una de estas plantas medicinales tiene una función concreta en tu organismo. ¿Quieres conocer cuáles son las plantas medicinales con más beneficios para este otoño? Descúbrelas en la galería.
Equinácea
La equinácea es una de las plantas medicinales más adecuadas para fortalecer el sistema inmune en otoño e invierno. Esta planta es una buena estimulante natural de las defensas y uno de los mejores antibióticos naturales. Mejora la producción de glóbulos blancos, nuestro principal escudo de defensa, y ayuda a nuestro cuerpo a enfrentarse a virus, bacterias y hongos. Puedes tomarla en infusión o a modo de suplemento alimenticio.
Ginseng
El ginseng tiene una larga tradición de uso en la medicina China por sus propiedades en diversos campos. Se asocia a la estimulación del sistema inmune, lo cual nos hace más fuertes ante resfriados y catarros. El extracto de ginseng también es un buen aliado para el pelo, pues nutre el cuero cabelludo, fortalece los folículos pilosos y las raíces, haciendo que crezca más fuerte y evitando su caída.
Jengibre y canela
El jengibre y la canela ayudan a acelerar el metabolismo, por lo que hacen que el cuerpo queme más grasa y consuma más energía. Aprovéchate de los beneficios de estos dos alimentos con un delicioso té de jengibre y canela.
Aceite de ricino
Las uñas son una de las partes del cuerpo que más se debilitan en otoño, además del cabello. Para combatirlo, puedes recurrir a los remedios naturales. El aceite de ricino contiene ácidos grasos y proteínas de alta calidad que ayudan a fortalecer las uñas quebradizas, evitando que se rompan y ayudando a su crecimiento.
Rooibos
El rooibos mejora las defensas, pues potencia el sistema inmunitario gracias a su contenido en aspalatinas y polisacáridos que retrasan el envejecimiento del organismo. También ha demostrado ser eficaz a la hora de mejorar los síntomas respiratorios.
Salvia
La salvia es una planta ideal para aliviar los síntomas propios de congestiones y resfriados. Tiene propiedades astringentes, antisépticas y antinflamatorias, por lo que es muy eficaz para aliviar las molestias de garganta y calmar la tos. Además, ayuda a fortalecer el sistema inmune, convirtiéndose en el recurso ideal para tener en casa durante los meses de otoño e invierno.
Té verde
El té verde tiene propiedades antioxidantes gracias a su contenido en polifenoles como taninos, catequinas, teaflavinas, flavonoides y catequinas. Si se consume de manera habitual, esta bebida mejora nuestra resistencia a las infecciones.
Valeriana
La valeriana se ha utilizado durante muchísimos años con el fin de tratar, de forma totalmente natural, tanto problemas de insomnio como de nerviosismo, ansiedad, estrés y dolores de cabeza. Los investigadores no están totalmente seguros de estos efectos, pero una teoría aceptada por muchos indica que la valeriana disminuiría los niveles de un neurotransmisor conocido con el nombre de ácido gamma-aminobutírico, el cual, si se encuentra en niveles abundantes, puede aumentar la somnolencia.