Ha llegado un momento en el que escoger pan se ha convertido en todo un reto. Hay tanto donde elegir, tanto en panaderías artesanales como en los supermercados, que si eres un poco indeciso puedes acabar pasando la mañana en ellas intentado elegir cuál de todas las opciones te llevas a casa.
Esta oportunidad es un lujazo en realidad porque si te gusta el pan es un privilegio y un disfrute poder probar tantas versiones diferentes a diario. No es nuestra intención poner orden en esta cuestión porque tu panadero seguro que te ayuda a decidir en base a tus gustos y su experiencia mucho mejor que nosotros, pero sí vamos a situarte mínimamente en el universo panero y a continuación te vamos a recomendar algunos de los panes tradicionales de nuestro país que deberías probar en alguna ocasión.
Para otro día dejaremos los panes internacionales, un mundo que necesita su espacio esclusivo por lo rico que es: bagel, focaccia, baguette, pan de queso, bretzel, pan de pita, pan naan… Hay delicias paneras en casi cualquier lugar del mundo, pero primero vamos a sacar pecho de lo que hacemos en casa.
Ya sabes que para hacer pan se necesitan fundamentalmente cuatro ingredientes: harina, agua, sal y levadura. En función del tipo de harina y de la forma de elaboración, también de la levadura, se obtienen unos tipos de panes u otros. Además, se puede enriquecer la receta con distintos tipos de grasas, como por ejemplo aceite o manteca, y también se pueden añadir semillas o frutos secos, entre otros ingredientes compatibles con la receta básica de pan.
La harina más habitual en la elaboración del pan es la de trigo -integral o refinado-, pero no es la única con la que se trabaja en las panaderías artesanales. La cebada y la avena se pueden combinar para hacer pan y cada vez tiene más seguidores el pan de centeno, característico por su color más oscuro que el de los panes de trigo.
En menos establecimientos especializados se encuentran panes elaborados con maíz, que son más amarillos que el resto de recetas de pan. Además, no contiene gluten, por lo que es una buena alternativa para quienes no puedan tomarlo (si no está mezclado con otras harinas). También lo es el pan hecho con harina de trigo sarraceno, un producto libre de gluten que no es un cereal con el que cada vez se trabaja más el pan.
Hay más opciones, pero estas son las principales, las más habituales en panaderías y supermercados. Se utilizan unas y otras, a veces combinadas, en distintos tipos de elaboración que dan lugar a panes como los diez que te presentamos a continuación.
Candeal
Candeal
Popularísimo en la meseta, sobre todo en Castilla, es un pan elaborado con harina de trigo candeal, el que más se cultiva en todo el mundo. La miga de este pan es muy prieta y blanca y su corteza gruesa. Son dos partes muy diferenciadas, más que en otros panes. Su sabor a cereal es también muy característico.
Hogaza
Hogaza
El pan más español que existe a nivel simbólico, seguramente porque la pintura y la literatura han dejado constancia de la hogaza a lo largo de la historia. De aspecto rústico, como su origen, es redondo y grande. Una peculiaridad es que se puede encontrar elaborado con harinas distintas: de trigo, industrial o refinado, de centeno, o con mezclas de ambas, entre otras opciones. Además, se le pueden añadir semillas, aunque esto no ocurría en las versiones clásicas de este tipo de pan.
Pan payés
Pan payés
Este pan típico de las zonas rurales de Cataluña destaca por su forma de hogaza grande -puede pesar en torno a kilo y medio-. Se cuece en hornos de leña, su masa está muy hidratada por lo que la miga es esponjosa y la corteza es oscura, gruesa y crujiente, como no podía ser de otra manera si se hornea ejecutando bien la receta y la técnica tradicional.
Pan gallego
Pan gallego
Se ha extendido la etiqueta de pan gallego para englobar todos los tipos de panes similares que se hacen en las distintas zonas de Galicia siguiendo sus tradiciones. Desde el 2017 es Indicación Geográfica Protegida, por lo que dejamos que sea el BOE quien defina este tipo de pan: “Producido en la comunidad autónoma de Galicia de corteza crujiente y dureza variable en función del formato, miga esponjosa y alveolado abundante e irregular, que se elabora de forma artesanal con harina de trigo blando”. Pan de Cea, de Carral, de Porriño… ¡Es el paraíso de los amantes del pan!
Mollete
Mollete
El amante del desayuno salado no puede decir que no a un mollete bien hecho. Y menos si está en Andalucía, donde esto panes individuales que se rellenan de todo tipo de combinaciones son una religión. Son pesados, redondos y tienen la particularidad de que se terminan de tostar justo antes de servirlos, de ahí que se coman calientes.
Pan de agua
Pan de agua
Es un pan más desconocido que se elabora en algunas zonas de Galicia, aunque ya es posible encontrarlos en panaderías artesanales de todo el país. Su nombre se lo debe a que contiene más agua que el resto de masas, lo que ofrece como resultado una masa blanda con un alveolado grande cuando se hornea.
Pan de alcachofa
Pan de alcachofa
Habrá quien lo conozca como alcachofa o como pan de viena a la española, porque eso es lo que este pan que se sirve en forma de bollitos redondos y abombados de miga esponjosa. Su sabor es tan característico porque está enriquecido con azúcar, mantequilla y leche, de ahí ese punto dulce que lo convierte en uno de los favoritos de los desayunos de hotel y también de aquellas personas que disfrutan especialmente untando mantequilla en el pan.
Pan brona
Pan brona
De nuevo viajamos a Galicia (ya hemos avisado de que es el paraíso panero) en busca del pan de maíz que elaboran en esta preciosa tierra. Se le llama de múltiples formas y brona es una de ellas -también las hay de centeno-. La masa de este pan es prieta y de color amarillo porque este es el color de la materia prima con la que se hace, el maíz. Muy recomendable y muy distinto al resto de panes de la lista.
Pan de centeno
Pan de centeno
Ya hemos hablado en el texto de este tipo de pan que es muy común en países europeos como Alemania, Polonia, Finlandia y Países Bajos, entre otros. De miga densa y oscura, aporta más fibra que otros, mientras que su sabor también es más fuerte, ligeramente amargo. No es un pan con mucha tradición en España pero ya no falta en ninguna panadería de calidad así que es uno más de nuestros panes.
Torta de aceite
Torta de aceite
Si has tenido la oportunidad de disfrutar de una comida tradicional en Aranda de Duero y alrededores sabrás que allí el pan es plano, redondo y con un marcado sabor a aceite de oliva porque se añade a la masa. No solo se hacen en esta zona de España, pero seguramente son las tortas de aceite más populares.