Si eres de los que practica el batch cooking en casa sabrás que su secreto es que gracias a cocinar un día puedes permitirte comer varios. Para ello, la clave está en pensar muy bien los ingredientes y en todo el jugo que pueden darte. Lo más práctico es pensar en aquellos que te permitan ser combinados de diferentes maneras para obtener platos completamente distintos.
En este sentido, las verduras son las que primero debes incluir en tu carrito de la compra, ya no solo porque conviene que sean la base principal de nuestra dieta si queremos que esta sea saludable y sostenible, sino porque son las que más van a facilitarnos la tarea de alimentarnos bien sin necesidad de invertir demasiado tiempo en la cocina. Especialmente si optas por meterlas al horno. Solo necesitas asar diferentes verduras y verás que con ellas eres capaz de preparar infinidad de platos con los que comer bien toda la semana.
Son todo ventajas: son sanas, son versátiles y casi podemos afirmar que se preparan solas. Decimos casi porque en realidad sí que debes tener en cuenta una serie de aspectos para que el resultado sea lo mejor posible.
Lo primero es hacer una correcta selección de las verduras. Puedes utilizar las que quieras pero lo mejor es que optes por las que sean de temporada, las que más te gusten y las que tengas por casa a las que necesitas dar salida antes de que se pongan en mal estado.
Una vez las tengas elegidas, es muy importante que se corten de forma regular para que se hagan de manera homogénea. Da lo mismo si son más o menos grandes, lo que hay que tener en cuenta es que no sean desiguales para que no haya partes más cocinadas que otras.
Colócalas sobre la bandeja para que quepan todas bien sin que estén demasiado juntas para evitar que se apelmacen. Si no caben, es preferible que hagas varias tandas. Piensa que el horno ya estará caliente por lo que ya tendrás parte del ahorro de energía garantizado.
Precalentar bien el horno es fundamental. Si quieres que queden jugosas necesitas que la temperatura sea lo suficientemente alta. Alrededor de 200ºC suele ser lo recomendable.
Si quieres condimentarlas, bastará con sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra, pero puedes añadir también alguna especia como tomillo, albahaca, orégano, por ejemplo, en función de tus gustos.
En ensaladas
En ensaladas
La idea de que las ensaladas solo pueden ser con base de hoja verde, tomate, aceitunas y un par de cosas más hace tiempo que fue desterrada. También la de que son platos exclusivos de la temporada de calor porque hay numerosas alternativas templadas en las que las verduras asadas son las protagonistas. Solo tendrás que combinarlas con huevo, legumbre, cereal, queso o proteína animal para obtener platos tan nutritivos como deliciosos.
En crema
En crema
Pocas cosas sientan mejor que una crema calentita en época de frío. Por eso conviene tener a mano distintas versiones con las que ir variando nuestro menú semanal. Las que llevan verduras asadas previamente consiguen un punto dulce de lo más especial, pruébalas.
Como guarnición de carnes y pescados
Como guarnición de carnes y pescados
Un clásico pero que no por ello debemos perder de vista. No importa si acompañan un pescado horneado, un pollo a la plancha o un filete de ternera a la parrilla, siempre serán la guarnición perfecta para ellos.
Pasta
Pasta
Hay vida más allá de los macarrones con tomate. Merece la pena explorar diferentes fórmulas con las que acompañar la pasta que tengan a las verduras pasadas por el horno como clave porque darán como resultado geniales combinaciones.
En tortilla
En tortilla
Hay muchas formas de darle un aire distinto a una tortilla francesa y una de ellas es incorporando al batir verduras asadas. Más rápido y rico, imposible.
En cocas
En cocas
Para aderezar pizzas, cocas o bocadillos va genial tener a mano verduras asadas. Solo tendrás que colocarlas encima de la masa con el resto de ingredientes que desees o tal cual y tendrás un entrante fácil y rápido.
Como relleno de empanadillas
Como relleno de empanadillas
Otra idea que puedes hacer con las verduras que tengas asadas es utilizarlas como relleno de empanadas. Puedes mezclarlas con un poco de tomate frito, un poco de queso y atún, por ejemplo, que gustarán a pequeños y mayores.
Guiso exprés
Guiso exprés
No tener tiempo no tiene por qué ser un impedimento para no comer saludable. Si tienes verduras que te han sobrado de otras recetas, recupéralas con un bote de alguna legumbre, un poco de caldo, una cebolla pochada y cocínalo unos minutos hasta conseguir un guiso exprés que tardarás lo mismo en preparar que en comértelo.
Brochetas
Brochetas
Para mojar con alguna salsa como si fueran crudités a modo de picoteo, para abrir boca o simplemente como primer plato, preparar unas brochetas de verduras asadas siempre es una idea de lo más completa.
Bizcochos
Bizcochos
Si decimos que asar verduras puede servirte para preparar de todo es que de verdad puede servirte como base para todo, incluso para hacer bollos o pasteles. Y no nos referimos a tartas saladas sino dulces. Un ejemplo es el bizcocho de calabaza, un clásico de la repostería que necesita que su ingrediente principal se ablande a golpe de horno antes de mezclarlo con la harina, el azúcar, el huevo y demás ingredientes.