Revista Mía

Deja de Fumar ¡Ya! (Mitos Fuera).

Seguramente es uno de tus buenos propósitos otoñales tras el verano. Quieres dejar de fumar de una vez pero no resulta fácil. ¿Crees que si dejas los cigarrillos vas a engordar para siempre, que fumar...

Seguramente es uno de tus buenos propósitos otoñales tras el verano. Quieres dejar de fumar de una vez pero no resulta fácil. ¿Crees que si dejas los cigarrillos vas a engordar para siempre, que fumar poco no es nocivo o que el riesgo de cáncer de pulmón depende de los genes y no del tabaco? Te equivocas. Si te aferras a estos (y otros) mitos para no tomar la decisión de 'romper' con el tabaco, es el momento de que sepas la verdad. Después de dos semanas sin tabaco mejora la capacidad respiratoria, desaparece la tos crónica y la piel recupera su brillo y aspecto saludable. Y, aunque casi todos los fumadores se escudan en que conocen a alguien muy mayor que ha fumado toda su vida sin problemas, pero olvidan el gran número de personas que se quedaron en el camino a causa del tabaco. El cáncer de pulmón puede afectar a cualquiera, con independencia de la historia familiar, pero fumar es el principal factor de riesgo para padecerlo.
La opinión que tienen todos los expertos es unánime: dejar de fumar es la decisión más saludable y beneficiosa que se puede tomar. “No importa en qué momento se haga, porque hay profesionales, terapias y tratamientos muy eficaces”, asegura el vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Juan Antonio Riesco. Esta adicción está relacionada con unas 25 patologías distintas, de todo tipo: aunque las más conocidas son el cáncer de pulmón y las enfermedades cerebro-cardiovasculares y respiratorias, también puede causar impotencia, infertilidad, cáncer de mama, y además adelantar la menopausia. Y no pienses que fumar poco te libra de los riesgos (un solo cigarro ya daña la salud) ni que el tabaco light es menos nocivo. Estas son sólo dos de las falsas creencias que suelen servirnos de argumento para retrasar una decisión que conviene tomar cuanto antes. Para ayudarte, desmontamos todos los mitos. Sigue leyendo...
-“Este es el último, mañana seguro que lo dejo”.
Es la excusa que utilizan los fumadores con más frecuencia a lo largo de su vida mientras encienden un cigarrillo que, según ellos, será el último, hasta tal punto que muchos lo denominan ‘el mito del mañana’. Pero los expertos lo tienen claro: el único modo de abandonar realmente este hábito es proponerse un día concreto y cumplirlo a rajatabla. Elige una fecha ‘tranquila’, en la que tengas previsto estar entretenida o no esperes situaciones que te puedan agobiar. Antes de eso, empieza a controlar el número de cigarros que fumas, intentando disminuir el consumo poco a poco, y, cuando llegue la fecha establecida, déjalo sin retrasarlo ni un solo día.
-“Los cigarrillos light y los de liar son menos dañinos”.
Es habitual escuchar a muchos consumidores de estos tipos de tabaco decir que resultan menos nocivos, pero la experiencia demuestra que, incluso, pueden perjudicar más que los normales. Y es que los cigarrillos bajos en nicotina incitan a fumar más para suplir la falta de esta sustancia en el organismo, exponiendo a los pulmones, en mayor medida, al resto de las sustancias presentes en el tabaco (unas 4.000 en total, de las que unas 250 son dañinas y 60 cancerígenas). Por otro lado, según un reciente estudio realizado por la SEPAR, dentro de una misma marca los cigarros de liar resultan más adictivos y contienen más aditivos (22%) que los manufacturados (10%).
-“El tabaco me ayuda a tranquilizarme”.
Es totalmente falso. De hecho, produce el efecto contrario, ya que la nicotina tiene un alto poder estimulante y adictivo. Las personas que fuman necesitan mantener unos niveles constantes de esta sustancia en el organismo y, cuando no pueden fumar, experimentan algo parecido al síndrome de abstinencia que sienten los consumidores de estupefacientes. Si no consiguen aplacarlo con otro cigarrillo, sufren nerviosismo y ansiedad. Por tanto, no es que fumar tranquilice, es que no hacerlo irrita.
-“En el embarazo, unos pocos cigarros no importan”.
Claro que importan. El daño que el tabaco causa en el organismo es independiente de la cantidad de pitillos que se fume. En el caso de las mujeres embarazadas el riesgo se multiplica, ya que basta uno solo para que la frecuencia cardiaca del feto se altere y aumente. Por supuesto, cuanto más se fume, más crecerán el número y la gravedad de los efectos negativos: placenta previa, parto prematuro, bajo peso del niño al nacer e, incluso, aborto.
-?“La contaminación ambiental es mucho peor”.
Este es otro de los pretextos que se escuchan con bastante frecuencia, sobre todo en fumadores que viven en grandes ciudades con alto nivel de polución. Pues bien, te conviene conocer este dato: el tabaco es el causante del 90% de los cánceres de pulmón y del 30% de todos los cánceres diagnosticados, mientras que la contaminación ambiental puede producir únicamente el 2% de estas enfermedades.
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