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El calor, el sudor excesivo, los baños frecuentes y la humedad favorecen las infecciones. Pero también la higiene exagerada. En verano pasamos mucho tiempo en la playa y la piscina, con el bañador o el...

El calor, el sudor excesivo, los baños frecuentes y la humedad favorecen las infecciones. Pero también la higiene exagerada. En verano pasamos mucho tiempo en la playa y la piscina, con el bañador o el bikini mojado. Una costumbre sin duda refrescante, pero también un posible foco de infecciones, algo que aumenta además en la época estival debido a la subida de las temperaturas y la humedad. Por eso, ¿qué problemas son más frecuentes y cómo podemos solucionarlos?
HONGOS O CANDIDIASIS
“Una de las infecciones más habituales durante estos meses son las candidiasis vulvovaginales, habitualmente conocidas como hongos vaginales”, explica la doctora Teresa Gómez, ginecóloga de Clínica Teknon, en Barcelona. Están causadas por un hongo, a menudo presente en pequeñas cantidades en la vagina. “Los síntomas son bastante fáciles de reconocer: picor genital, flujo espeso y blanquecino que puede acompañarse de quemazón vulvar o irritación, dolor en las relaciones sexuales y molestias al orinar”, apunta la doctora Carmen Menéndez, jefa de la Unidad Integral de Atención a la Mujer del Instituto Palacios, en Madrid. La intensidad de los síntomas, por otra parte, varía de una mujer a otra.
¿Cómo se soluciona? “Habitualmente el tratamiento es tópico, y por lo tanto de fácil aplicación”, señala la doctora Menéndez, a base de óvulos y cremas, aunque en algunos casos es preciso añadir antifúngicos orales. “El empleo local o tópico de derivados azólicos (clotrimazol, ketonazol u otros) es efectivo en el 80-90 % de los casos”, agrega.
VAGINOSIS BACTERIANA
La producen diversos microbios de origen vaginal (garnella vaginalis, anaerobios) y, al contrario de la candidiasis, suele cursar sin signos ni síntomas inflamatorios. “Es característico, sin embargo, el flujo vaginal maloliente, de color blanco grisáceo y a veces espumoso”, dice la doctora Menéndez. El cultivo de flujo es el método usado para confirmar el diagnóstico.
¿Cómo se soluciona? El tratamiento médico puede ser oral o local (gel, óvulos): “El metronidazol
o la clindamicina son los fármacos más eficaces en este tipo de infecciones; es tópico, y por lo tanto de fácil aplicación”, señala la misma experta.
¿SE DA MÁS EN UNAS MUJERES QUE EN OTRAS?
Estas infecciones, propias del verano, son frecuentes también si se padece diabetes o estrés o se fuma, y cuando se toman antibióticos. ¿Se da más a ciertas edades? “No existe una franja de edad específica. Cuando se altera el ecosistema vaginal debido a una higiene deficiente, los hongos colonizan con cierta facilidad. Por lo tanto, es importante realizar una correcta higiene genital, además de evitar compresas perfumadas, tangas y pantalones excesivamente apretados y procurar usar braguitas de algodón”, indica la doctora Gómez. Pero también evita la higiene excesiva y los lavados frecuentes con sustancias perfumadas.
¿POR QUE SÓN TAN FRECUENTES ESTAS INFECCIONES?
La Dra. Carmen Menéndez, nis dice que: “Cuando la concentración de lactobacilos (los microorganismos que conforman más del 90 % de la microflora vaginal) decae por diversas circunstancias (entre ellas, pasar muchas horas con el bañador mojado y en contacto con el agua de las piscinas y el mar), diferentes microorganismos comienzan a proliferar de tal forma que llegan a ser dominantes y se hacen patógenos. Por otra parte, durante la menopausia, el déficit de estrógenos (hormonas sexuales femeninas) provoca cambios vaginales, tanto morfológicos (sequedad vaginal, atrofia genital) como fisiológicos (pérdida de fluido vaginal, disminución de los lactobacilos y alcalinización del pH de la vagina), que facilitan este tipo de infecciones”.
Por: Carmen Sabalete.
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