Revista Mía

12 Ayudas Para Evitar la Gripe

Con la campaña de vacunación de la gripe ya en marcha queremos mostrarte las mejores formas de prevenirla de una forma natural. Como afirma el neumólogo Dr. Antonio Fernández (Hospital vithas) comer bien...

Con la campaña de vacunación de la gripe ya en marcha queremos mostrarte las mejores formas de prevenirla de una forma natural. Como afirma el neumólogo Dr. Antonio Fernández (Hospital vithas) comer bien y hacer deporte son claves para evitar la gripe. “No está demostrado que la vitamina C cure la gripe, pero sí tiene cierta efectividad en condiciones de frío extremo y entre quienes realizan ejercicio muy intenso. Tampoco es aconsejable abusar de remedios como el zinc (puede provocar pérdida de olfato). Ni siquiera las mascarillas faciales son eficaces, ya que el virus es más pequeño que el diámetro de los poros por donde pasa el aire. Y menos tomar antibióticos: no son eficaces contra los virus. Lo más eficaz es comer sano, hacer ejercicio asiduamente y lavarse las manos con agua y jabón,  sobre todo antes de las comidas y tras toser y estornudar”.

1. Lávate las manos.

Hay que hacerlo con frecuencia y, sobre todo, al regresar a casa tras viajar en transporte público. “Ten en cuenta que los virus permanecen activos durante horas en los objetos (teléfono, bolígrafos, tazas, toallas...) usados por las personas contagiadas”, explica el doctor Antonio Fernández, neumólogo del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima (Vigo).

Consejo: “No es necesario usar un desinfectante específico. Es suficiente con lavarse con agua y jabón, ya que destruyen los virus. Hay que frotarse bien entre los dedos y bajo las uñas y secarse con una toalla desechable”.

2. Huye de aglomeraciones.

El virus de la gripe se propaga de dos formas: mediante partículas aéreas microscópicas y mediante el contacto directo con gente infectada. Por eso, hay que procurar alejarse de los lugares muy concurridos (salas de cine, teatros, centros comerciales...).

Consejo: si no puedes evitar estas zonas, aléjate de las personas que estornuden y tosan (sobre todo si no se cubren).

3. Un probiótico al día.

Los productos enriquecidos con bacterias buenas (es decir, con probióticos como los lactobacilos y bífidobacterias) favorecen el buen estado de la flora intestinal (una de nuestras defensas), con lo que estaremos más fuertes y podremos reaccionar bien contra la infección.

Consejo: benefíciate de los yogures enriquecidos con ellos. Tomando uno al día cubres la mitad de los 1.200 g de calcio que necesitamos a diario.

4. No te lleves las manos a la nariz, la boca o los ojos.

El virus de la gripe penetra a través de las mucosas (nariz, boca y ojos) y si hemos estado en contacto estrecho con una persona infectada o hemos tocado una superficie contaminada y no nos lavamos las manos después... ¡gripe al canto!

Consejo: lleva en tu bolso una solución limpiadora desinfectante para usarla cuando no dispongas de agua y jabón.

5. Ventila la casa...

Es mucho más importante de lo que crees. Así renuevas el aire de las estancias y, si algún miembro de tu familia está afectado, será mucho más fácil para ti y los demás evitar que os contagiéis.

Consejo: todas las mañanas, al levantarte, abre las ventanas unos 10 minutos. Es también la mejor forma de evitar el gas radón que se acumula en casa. ¿Sabías que este gas, muy tóxico y cancerígeno, se cuela por las grietas de las casas?

6. ... y mantén la humedad de las habitaciones.

La humedad ambiental ayuda a mantener la de las mucosas (evita que se resequen y así previene la enfermedad). ¿Cuál es el rango de ésta que debe tener un interior para preservar la salud? Según la Agencia de Protección Ambiental de

EE UU (EPA), entre un 30 y un 50 %.

Consejo: usa un humidificador eléctrico con agua fría para mantener la humedad ambiental; si no tienes uno, pon cuencos de agua en las estancias.

7. Fuera tabaco y alcohol.

Son malos para casi todo, pero especialmente para los pulmones (los órganos afectados principalmente por la gripe). Fumar lesiona los conductos respiratorios, altera las defensas bronquiales y, de este modo, te vuelve más vulnerable frente a la gripe. El alcohol, por su parte, reseca las mucosas, con lo que impide que los gérmenes se expulsen con facilidad.

Consejo: ¿quieres dejar de fumar? Te echan una mano en hipnofumo.es; dejar

defumarconayuda.es; tabaquisme.cat.

8. Vacúnate.

Sobre todo si padeces alguna enfermedad crónica que te haga más vulnerable a la gripe (afecciones respiratorias o cardiacas), tienes 65 años o más (los mayores y los niños menores de cinco años forman parte del grupo de riesgo) o si, por tu profesión, estás en contacto con mucha gente (profesores, sanitarios...). ¿Dosis? La vacuna se administra de una vez y comienza a hacer efecto a las dos semanas de su aplicación. Por eso, conviene recibirla cuando comienza a circular el virus (a finales del otoño).

Consejo: desde el 13 de octubre hasta el 3 de diciembre (varía por comunidades) puedes vacunarte en tu centro de salud.

9. Haz ejercicio a diario.

Mantenerse activa ayuda al sistema inmunológico a combatir las infecciones virales. Un Estudio de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical sostiene que realizar deporte a diario de forma intensa reduce las probabilidades de contraer la gripe. ¿El motivo? Al movernos, las células de las defensas (anticuerpos y glóbulos blancos) empiezan a circular más rápido por todo el organismo y, por lo tanto, pueden desplazarse y atacar a los virus con más rapidez.

Consejo: evita el gimnasio (suelen estar atestados de gente) o ve a horas poco concurridas. Sal al parque a correr o caminar deprisa durante más de media hora: el aire libre facilita la oxigenación pulmonar y así se eliminan más gérmenes.

10. Alíate con la equinácea.

Esta planta, originaria de América, es toda una aliada del sistema inmunológico. Gracias a sus principios activos (polisacáridos y alcamidas), previene las infecciones, ya sea por virus (gripe), bacterias u hongos. ¿Cómo? Aumenta el número de los glóbulos blancos y favorece la síntesis del interferón (una molécula fundamental en el proceso inmunitario).

Consejo: se recomienda tomarla entre uno y tres meses desde el comienzo del invierno para prevenir las infecciones.

11. Sigue alguna técnica de  relajación (yoga, taichi, Pilates).

El estrés continuo baja las defensas, ya que el organismo concentra toda su energía en superar esa situación que procesa como peligrosa. Y esto significa que tiene menos capacidad de protegerte de las infecciones. Hacer meditación, estiramientos, yoga... te ayudará a relajarte y así a prevenir la gripe.

Consejo: con 5 minutos diarios de estiramientos facilitas que la energía circule por todo tu cuerpo.

12. ¡Más vitamina C!

Aunque no cura directamente las infecciones como todos creemos (varios estudios, entre ellos uno conjunto de la Universidad Nacional Australiana y la Universidad de Helsinki -2006-, lo corroboran), sí aumenta la vitalidad, además de ser un buen antioxidante que protege a las células de los radicales libres y frena el estrés. ¿El resultado de este ‘potente cóctel’? Nos ayuda -indirectamente- a prevenir la gripe y a que dure menos.

Consejo: toma cada día un zumo de naranja, de mandarina o de limón -éste, endulzado con un poco de miel- o dos kiwis (una fruta mucho más rica en vitamina C que la naranja).

ALIMENTOS QUE PROTEGEN

-Granada: típica del invierno, es rica en vitamina C, cubre las necesidades diarias de ácido fólico y es tres veces más antioxidante que el té verde. Alivia la fiebre, el dolor de garganta y la infección de oído.

-Ajo crudo: ¿por qué crudo? Porque así no pierde ninguna de sus propiedades este antibiótico natural. Sube las defensas y mejora la respuesta del organismo ante los virus y las bacterias. Además, ayuda a expulsar las mucosidades en los procesos gripales y catarrales.

-Salmón: las proteínas son nece-sarias para sintetizar las estructuras del sistema inmunológico, sin las que nos quedamos indefensos ante los virus y las bacterias. El salmón es rico en ellas y en ácidos grasos Omega 3, imprescindibles para la salud y que no podemos producir.

-Pimientos y verduras de hoja oscura: espinacas, coles de Bruselas, brócoli, lechuga romana, pimientos... tienen más vitamina C que muchos cítricos.

-Frutos secos: son una excelente fuente de selenio y zinc, dos minerales esenciales para la salud del sistema inmunológico (hacen frente al estrés oxidativo que generan los radicales libres y que perjudica a las células).

-Legumbres: son ricas en hierro (lentejas, soja) y éste también es fundamental para mantener la salud del organismo (interviene en su oxigenación; es decir, lo ‘nutre’). -Avena y centeno: contienen beta-glucanos, un tipo de fibra que es antioxidante y antimicrobiana.

-Cúrcuma y especias picantes: la mayoría de las especias son antisépticas. Cuanta más capsaicina (lo que les da el picor) tienen, más evitan los microorganismos infecciosos.

Por: Carmen Sabalete.

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