¡Fuera Culpas!
El sentimiento de culpa puede convertirse en un problema tanto por exceso como por defecto. No se debe prescindir de él, pero tampoco pasarse. Toma nota de estos consejos pisco: -No englobes a...
El sentimiento de culpa puede convertirse en un problema tanto por exceso como por defecto. No se debe prescindir de él, pero tampoco pasarse. Toma nota de estos consejos pisco:
-No englobes a toda la persona: hay que aprender a separar a la persona de su conducta. Es decir, es muy frecuente evaluar a las personas, en su totalidad, por lo que hacen, juzgándolas por sus conductas. Así, por ejemplo, por algo equivocado que pueda hacer una persona se la considera mala; por un gesto antipático, se la tacha de antipática... Por supuesto, que nuestras conductas nos hacen quienes somos, pero ¿cuántas veces juzgamos a una persona y la tachamos de x por un solo hecho, aislado? Evaluar las conductas permite ser mucho más flexibles y sentirse menso culpable cuando somos nosotros los que nos hemos equivocado.
-Revisa prioridades: normas, reglas, obligaciones, deberes... Pero ¿hemos de cumplir todos? ¿Dónde queda nuestra libertad? Establece tus prioridades pensando en las que realmente son importantes y necesarias para ti.
-Ajusta tus expectativas: exigirse por encima de las propias posibilidades genera frustración y culpabilidad. Y no sólo eso: nos deja con menos fuerzas para encarar las metas, porque creemos que 'no podemos'. Ajusta tus deseos a la realidad; es bueno marcarse objetivos altos pero que sean siempre alcanzables.
-Pensar no perjudica al prójimo: no faltas a nadie por un pensamiento negativo. No te sientas mal por ello. Dañar sólo dañan las conductas.
-Todo lo que pasa no sucede por ti: no te atribuyas la culpa de todo. Pensar que todo lo que nos ocurre se debe a causas internas, personales, es un error. En nuestras decisiones siempre pesan, en mayor o menor medida, factores externos. No se trata de que eches balones fuera, pero sí de que contemples lo sucedido desde una perspectiva más amplia.