¿Por qué me caigo tanto?
No es una bobada, sino una de las principales causas de accidentes en casa y en la calle. Será muy tonto y provocará mucha risa, pero más de un susto nos hemos llevado al caernos sin ton ni son. Además,...
No es una bobada, sino una de las principales causas de accidentes en casa y en la calle. Será muy tonto y provocará mucha risa, pero más de un susto nos hemos llevado al caernos sin ton ni son.
Además, hay épocas en las que parece que el suelo nos reclama. ¿A qué se deben? ¿Qué problema de salud puede originarlas? Tal vez nos estén avisando de que algo no marcha bien y toque hacerse un chequeo.
Bajada de azúcar
El doctor Salvador Tranche, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), nos explica que “el cerebro necesita gran cantidad de glucosa (azúcar) para su funcionamiento y cuando ésta desciende en el organismo por debajo de 50-60 mg/dl empieza a aparecer visión borrosa, mareo, sudoración, irritabilidad...
Si la hipoglucemia no se corrige, puede acabar en desmayo, caída, provocar convulsiones e incluso el coma. Puede ocurrir si pasamos muchas horas sin comer, si somos diabéticos, por un consumo excesivo de alcohol, déficits hormonales o desnutrición. Lleva siempre caramelos encima y no pases más de 5 horas sin tomar algo.
Tener problemas para ver de cerca hace que no controlemos... “La disminución de la agudeza visual, la falta de adaptación a la oscuridad o tener cataratas se relaciona con el 25-50 % de las caídas”. ¿Solución? Visitar al oftalmólogo cada cierto tiempo (dos años como máximo).
La pérdida de líquidos que la provoca, bien sea por una ingesta insuficiente, diarrea, vómitos, sudoración excesiva... “Puede ocasionar sed, dolor de cabeza, descenso de la tensión, alteración del nivel de conciencia, desorientación, mareo, inestabilidad y, por supuesto, caídas”, explica el doctor Tranche. Por eso, mantente hidratada: bebe 8 vasos de agua al día.
¿Alguna vez has pensado que tus tobillos son de plastilina? “Un esguince, y más aún si no se ha tratado bien, puede provocar un trastorno secundario que se caracteriza por un fallo en el reconocimiento de la posición de la articulación, lo que predispone a nuevos esguinces y, por tanto, a caídas”, dice el doctor.
Pero no sólo eso: porque una inmovilización excesiva también puede provocar atrofia muscular, pérdida de flexibilidad y aumento de la rigidez de la articulación. “En todas estas situaciones, el riesgo de caídas aumenta”, agrega.
Provoca que el cerebro y otros órganos no reciban suficiente sangre (nutrientes y oxígeno) o a la presión necesaria. “Las causas de la hipotensión son muy numerosas: una deshidratación, una hemorragia, el consumo de alcohol, fármacos como los ansiolíticos, antidepresivos o diuréticos”.
Por otra parte, la tensión arterial baja es muy común en los mayores (la tiene cerca del 15 % de ellos): “Se debe a que fallan los mecanismos compensato- rios que la mantienen cuando se cambia de postura rápidamente (al levantarse, agacharse o mantenerse mucho de pie). Vigila de vez en cuando tu tensión: haz- te revisiones en la farmacia.
Emociones extremas y situaciones tan frecuentes como orinar, toser, etc., pueden originar una estimulación del nervio vago que a su vez disminuye la frecuencia car- diaca y dilata los vasos sanguíneos, lo que provoca que al cerebro llegue menos sangre. “Entonces, se produce un síncope vasogal: una pérdida de la conciencia que puede provocar que nos caigamos”.
“Sin duda alguna, un cuadro de vértigo es un importante riesgo de caída porque se produce una inestabilidad grave causada por una sensación ilusoria de movimiento, bien sea de las cosas o de la propia persona. Además, con la edad, el oído interno y el reflejo ocular, que ayuda a mantener el equilibrio, se deterioran y aumenta la probabilidad de caerse”.
Según el Dr. Salvador Tranche, “los antidepresivos, los ansiolíticos, algunos analgésicos, antihistamínicos, antidiabéticos, etc., pueden provocar caídas.
En cualquier caso, muchas veces es imposible objetivar una causa única que las provoque. Porque las caídas son más frecuentes con los años, cuando más se complica nuestra salud: tenemos déficits visuales, alguna que otra enfermedad crónica (hipertensión, diabetes, problemas cardiovasculares...). No obstante, las caídas suponen un gran gasto sanitario y hay que hacer énfasis en su prevención”.
Por: Carme