5 respuestas sobre tu piel
Es nuestra barrera protectora más importante y necesita que la cuidemos bien.
Es el órgano más grande del cuerpo y nuestra barrera protectora más importante. Aquí te resolvemos algunas cuestiones importantes para cuidarla bien.
1.- ¿Por qué se reseca?
“Sobre todo, por falta de agua”, dice el doctor Xavier Xercavins, especialista en Medicina Interna, de TopDoctors.es. Y puede manifestarse de varias formas: aspereza, descamación, grietas, enrojecimiento, inflamación, tirantez y picazón. “Pero el cuadro difiere según la gravedad y la zona en la que se dé la sequedad”.
Tanto a factores externos (la simple acción de la ducha diaria que termina con el manto lipídico protector de la piel), como internos. “Los niveles de humedad en parte están determinados por la genética”, agrega el doctor. También influyen factores hormonales (en el embarazo y la menopausia, la piel se reseca más), la edad (a medida que envejecemos, la capacidad cutánea para producir sudor y lípidos disminuye debido a la reducción de las glándulas sebáceas y sudoríparas de la piel) y la alimentación, ya que la falta de ácidos grasos (Omega 3, 6 y 9) y vitaminas como la C y la E (antioxidantes) contribuyen a la sequedad. Incluso afectan ciertos medicamentos (los diuréticos usados habitualmente para la hipertensión la provocan, así como la radioterapia, la diálisis y la quimioterapia).
La sensación nace en las terminaciones nerviosas de la piel, y puede provocarla desde la sequedad o insuficiencias hepáticas hasta la menopausia. Un caso concreto es el ocasionado por la reacción a los agentes químicos de los jabones, detergentes..., que llega incluso a provocar la aparición de ampollas. Se conoce como dermatitis de contacto. ¿Cómo evitarlo? Usa jabones neutros (los médicos suelen recomendar el clásico Lagarto); también puedes macerar un puñado de flores de azucena en aceite de oliva tibio durante 21 días (en un lugar soleado y seco). Puedes aplicarlo sobre la zona afectada con una gasa (no caduca y sirve para prevenir el picor).
Los cambios de color en la piel pueden avisar de ciertas enfermedades, tenlo en cuenta. “Que la piel se vuelva más pálida puede alertar de anemia. ¿Dónde se nota? Sobre todo en las palmas de las manos y los pies, en la conjuntiva de los ojos y en la mucosa de la boca”, señala el doctor Xercavins. Si tienes estos síntomas, ve al médico “sobre todo para ver qué provoca la anemia. Él decidirá si es necesario aumentar la ingesta de alimentos ricos en hierro (cereales, carnes rojas, legumbres…) o si necesitas algún suplemento”.
Si la piel está amarillenta se debe a la acumulación de bilirrubina, un pigmento de origen biliar que surge al descomponerse la hemoglobina de los glóbulos rojos. ¿Qué denota? Una hepatitis o que algo va mal en el hígado. “Y el primer sitio donde se nota es en las palmas de las manos y las plantas de los pies, en los ojos y en la mucosa de la boca”, indica el doctor Xercavins.
Suele tratarse de acné hormonal (en los adolescentes se habla de acné vulgar). “Se dan diferentes casos. Por ejemplo, la mujer que nunca ha tenido acné y en la que aparece tardíamente, la que lo tuvo en su adolescencia y luego le desapareció o aquella que ha tenido brotes que le reaparecen en diferentes momentos”, explica el doctor José Luis López Estebaranz, jefe del Servicio de Dermatología de la Fundación Hospital Alcorcón (Madrid).
El acné en edades tardías aparece generalmente en la zona U (ángulos de la mandíbula, zona peribucal y cuello) y suele ser de carácter inflamatorio. ¿Qué tratamiento es útil en esta etapa? “Las cremas con ácido salicílico, retinoides o peróxido de benzoilo (usadas para el acné vulgar) muchas veces resultan insuficientes. Sin embargo, se obtienen buenos resultados con la isotretinoina oral (el antiguo Roacután). No obstante, siempre hay que acudir al dermatólogo para que establezca un diagnóstico acertado”, apuntan desde el Grupo Pedro Jaén, expertos en Dermatología (grupopedrojaen.com).
Por Carmen Sabalete