8 consejos para perder peso
¿Quieres adelgazar unos kilos? No te comas el coco y sigue los consejos de la nutricionista.
¡Fuera el pánico a pesarte y, con él, los malos hábitos en los que solemos caer! ¿Quieres perder unos kilos? Sigue los consejos de la nutricionista.
1. No prescindas de alimentos
Cuantos menos nutrientes le falten al organismo, más eficaz será éste. Y eso también es así al perder peso. “No elimines el pan o la pasta, que aportan energía. Tómalos de forma moderada y sin mezclarlos con grasas”, dice María Jesús Fariña, nutricionista.
¿No bebes los 8 vasos de agua diarios porque crees que te hinchan? Estás equivocada. “Es fundamental para eliminar toxinas y activar la dieta. Además, hacerlo durante las comidas sacia”. Ayúdate con refrescos light, tisanas, tés...
¿En tu nevera sólo tienes nutrientes dietéticos? Pues no. “Una dieta no puede basarse exclusivamente en productos bajos en calorías. Algunos de estos alimentos contienen muchas grasas y azúcares. Existe la falsa creencia de que, como son light, no engordan y podemos caer en la tentación de comer más”, apunta la nutricionista.
“Es algo recurrente cuando se quiere perder peso. Pero no es efectivo, porque sacia temporalmente y al cabo del tiempo [unas dos horas] tenemos hambre y volvemos a comer”, añade. Mejor, tomar proteína baja en grasa (pescado blanco) con verdura y un yogur desnatado.
¿Te has apuntado a una dieta milagro, exprés? Ten cuidado: “Tienen un efecto rebote que se traduce en aumento de peso. Solo la modificación de hábitos dietéticos y de estilo de vida y mantenerlos a lo largo del tiempo afianza la pérdida de peso”. Por ejemplo, hacer ejercicio es vital para perder peso; no confíes solo en la dieta.
¿Eres presa del insomnio? Dormir bien es determinante para adelgazar. ¿El motivo? “Se relaciona con la hormona leptina, que controla el apetito. Si no descansamos bien, no completa su ciclo y tenemos más hambre”. Si es tu problema, alíate con las plantas (pasiflora, valeriana, espino blanco...).
No prescindas por completo del azúcar. El cerebro se alimenta de glucosa. Y no solo eso: los hidratos (azúcares) son básicos para tener energía. Lo que hay que hacer es ajustar la cantidad: “una cucharilla solo aporta unas 10 calorías”.
Tener una actividad frenética no conlleva que tú lo seas: una de sus repercusiones es que comemos de forma compulsiva (más y peor). Yoga, taichi, meditación... incorpóralos a tu día a día.
Por Marta Aldana