Las claves de la alimentación en verano
Nuestra alimentación cambia en verano. Te damos las claves para que sea adecuada y completa.
Cuando llega el verano y las altas temperaturas se instalan cómodamente en los termómetros, nuestros hábitos alimenticios también varían.
Todos sabemos que el apetito sufre cambios en verano, ya que no apetece el mismo tipo de alimentos en todas las estaciones del año. La alimentación de verano suele ser más ligera, pero eso no significa comer poco o comer menos, simplemente se hacen protagonistas alimentos más refrescantes y menos contundentes.
En la alimentación de verano triunfan las frutas de temporada, como la sandía, el melón, las cerezas o el melocotón, que, además, son ligeras, tienen un alto contenido en agua (lo que favorece la hidratación) y aportan pocas calorías.
La ensalada, el plato estrella del verano
Las ensaladas se convierten en imprescindibles de los días de verano: las hay para todos los gustos y de todas las variedades, pero debemos recordar que, si queremos no queremos añadir calorías extra debemos prestar especial atención al elegir la salsa, ya que puede convertir una ensalada normal en una muy calórica. Te proponemos salsas bajas en calorías en nuestro artículo “5 salsas ligeras para ensaladas”.
Cuando prepares una ensalada y vayas a tomarla como plato único, asegúrate que incluye una fuente de proteínas saludables, como pollo (cocinado la plancha), atún, huevo cocido, sardinas en conserva... las legumbres también son grandes compañeras de este plato, así que no lo dudes e inclúyelas en tus ensaladas. Si quieres tomar un plus de grasas saludables, además del aceite de oliva, ponle unas rodajitas de aguacate y unos frutos secos y semillas, le darán un toque muy interesante a este plato. ¡Puedes prepararte deliciosas ensaladas para combatir las altas temperaturas!
Si hay que hablar de otro plato protagonista del verano no podemos olvidarnos del gazpacho. Es ligero, poco calórico, refrescante y un plato muy completo, ya que sus ingredientes aportan minerales y vitaminas. Lo mejor es que te animes a prepararlo en casa o, en caso de optar por una versión comercial, que te fijes muy bien en los ingredientes para comprar un producto saludable.
Cuando lo prepares en casa es básico contar con buenos tomates, de esos que saben a tomate y que no es tan fácil de encontrar hoy en día y tomarlo bien frío. De guarnición, además de verduras crudas cortadas pequeñas (pimientos de colores y cebolla, generalmente) puedes ponerle unos taquitos de huevo cocido, que le aportan un plus de proteína saludable y va fenomenal con este plato.
Mantener una buena hidratación es fundamental
Otra clave fundamental de la alimentación de verano es la hidratación. Con el calor sudamos más y hay que solventar esa pérdida bebiendo más cantidad de agua. Si te cuesta hacerlo, puedes probar con las aguas saborizadas, que están muy ricas y son muy fáciles de preparar.
También, como hemos apuntado anteriormente, con las frutas de verano obtendrás un plus de hidratación ya que todas son ricas en agua y con las cremas frías.
Y sobre todo, ¡no te olvides de disfrutar de las delicias gastronómicas que nos regala esta época del año!