La cebolla, también medicinal
Los científicos creen que tanto ella como el ajo (son primos hermanos) disminuyen el riesgo de sufrir cáncer -especialmente de próstata-, pero estos son sus usos más comunes.
Contra la tos, funciona
No hay ningún estudio científico que avale la eficacia de la cebolla para combatir la tos. Pero funcionar, funciona. Se presupone que es por sus compuestos antiinflamatorios (los cuales, según la Universidad de Michigan, podrían también funcionar en caso de asma), y que podemos tanto inhalar (de ahí el remedio popular de poner una cebolla cortada junto a la cama) como ingerir. En esa dirección, Roberto San Antonio-Abad, presidente de la Asoc. de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT), recomienda “cortar una cebolla en pequeños trozos y cubrir con miel. Toma una cucharada del líquido que se creará por encima antes de dormir”.
Según el experto, “al inhalar sus vapores se fluidifican las vías respiratorias y la tos productiva disminuye”. Sin embargo, tanto si la tos es seca como si se acompaña de excesiva mucosidad, “el efecto es nulo”. Por tanto, el momento idóneo para dormir con ella al lado es al inicio de una tos productiva.
San Antonio-Abad afirma que, por su poder antibacteriano y antiséptico, la cebolla puede combatir las lombrices intestinales: “Para ello hay que tomar varias veces al día zumo de cebolla y leche a partes iguales”. Además, si hay fiebre, recomienda poner rodajas de cebolla en la planta de los pies, tapadas con los calcetines: “Por ahí pasan muchas terminaciones nerviosas (meridianos, según la medicina tradicional china), por eso actúa más rápido”.
Como expone la Universidad de Medicina de Michigan, se ha comprobado, tras varios estudios, que grandes cantidades
de cebolla pueden disminuir los niveles de azúcar en sangre de
las personas diabéticas (no de las sanas),
pero se desconoce el proceso. Además, estos resultados solo se dieron tras ingerir
¡20 gramos de cebolla fresca tres veces al día!
... la sustancia que nos hace llorar al cortar cebolla no fue descubierta hasta 2002? Ésta, que contiene azufre, es volátil, y al entrar en contacto con nuestros ojos, éstos se irritan y se “defienden” con lágrimas. No es infalible, pero mojar la cebolla ayuda.