Hongos y piscinas, grandes aliados
Las infecciones por hongos son muy frecuentes en verano. Te contamos por qué y cómo evitarlas.
Es tiempo de baños y chapuzones en la playa y la piscina. Sin embargo, a veces, piscina e infecciones por hongos van demasiado unidas. Te contamos por qué y cómo evitarlo.
En verano siempre hay más casos de infección por hongos, cosa que no es rara si tenemos en cuenta que se dan las condiciones ideales para su aparición: aumentan la temperatura y la humedad. Además, en algunos casos, hay una mayor actividad física.
Según la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) un 8% de las personas que acuden a piscinas contrae lo que se denomina pie de atleta, la forma más común de infección por hongos y que es más frecuente en adultos que en niños. Esta infección suele manifestarse en pies, uñas, manos e ingles y la mejor manera de prevenirla es evitar andar descalzos en zonas como aseos y duchas.
Cualquier persona puede sufrir una infección por hongos, sin embargo, es cierto que hay factores que hacen que unas personas sean “blancos” más fáciles que otras, como por ejemplo, tener alguna lesión en las uñas, favoreciendo la infección por hongos, estar bajo algún tratamiento de corticoides o medicamentos de amplio espectro, padecer diabetes, etc. Además, la piel de tipo graso es más vulnerable a este tipo de infecciones.
¿Y si ya se ha contraído la infección por hongos? Los expertos del SEIMC recomiendan los tratamientos con antifúngicos, que los hay tanto de forma tópica como por vía oral, pero siempre debe ser bajo prescripción médica.
¿Quieres saber cómo evitar las infecciones por hongos en las piscinas? No te pierdas nuestra galería: “Cómo evitar las infecciones por hongos en la piscina”.