Revista Mía

¡No te sientas hinchada!

Despídete de esta molesta sensación sin renunciar al chocolate. Te contamos cómo evitarlo.

Es uno de los síntomas que puede estar producido por un síndrome de intestino o colon irritable. ¿Podría ser tu caso? Averígualo y evítalo sin renunciar al ¡chocolate!

Un estómago que se queja

Pesadez, dolor e hinchazón abdominales, estreñimiento... son señales de que nuestro sistema digestivo no va bien. ¿Qué puede haber detrás? Desde una digestión pesada, provocada por comer deprisa o por un alimento concreto, hasta el síndrome del intestino o colon irritable, un problema más común de lo que se cree: afecta al 22% de los españoles, sobre todo a las mujeres, según la Fundación Española del Aparato Digestivo.

Se define por la presencia de dolor abdominal y cambios a la hora de ir al baño. Cambios que pueden presentarse de forma intermitente o a lo largo del tiempo, y que suelen ir acompañados de otros, intestinales o no: digestiones lentas, ardor de estómago que asciende por el tórax, molestias al orinar, dolores musculares y óseos, cansancio, dolor de cabeza...

Aunque es posible que aparezca sin motivo, pueden provocarlo las comidas copiosas, el exceso de algunos alimentos o bebidas (cítricos, café, edulcorantes...), el abuso de fármacos (antibióticos, antiinflamatorios) y el estrés.

Es fundamental cuidarla para prevenir este síndrome. ¿El motivo? Su estado de salud repercute directamente en el nuestro: es una de las grandes barreras defensivas del organismo; nada menos que el 60% de las células inmunológicas del cuerpo se encuentra en el intestino.

La flora intestinal está compuesta de millones de microorganismos. Son las bacterias ‘amigas’ gracias a las cuales puede ejercer la función de barrera defensiva. Para ayudar a regenerarla, puedes tomar lácteos enriquecidos con ellas e incorporar a tu dieta alimentos probióticos naturales, como el chocolate negro o los encurtidos; y prebióticos, es decir, ingredientes alimenticios no digeribles presentes en ciertos alimentos y que promueven esas bacterias buenas. ¿Alimentos prebióticos? El puerro, la cebolla, la alcachofa...

Sigue nuestras recomendaciones para prevenir el síndrome:

- Sigue la dieta mediterránea: No pueden faltarte los hidratos (verduras, legumbres, fruta, cereales), las proteínas (pescado azul y blanco más que carnes) ni las grasas saludables (aceite de oliva, aguacate, chocolate al 70 % de cacao).

- Evita las comidas copiosas, no te saltes ninguna de las cinco diarias y come despacio.

- Modera el consumo de productos con gas.

- Aléjate del alcohol y del tabaco.

- Toma 30 g de fibra al día (las de avena y centeno van muy bien para ser regular).

- Palía el estrés (haz yoga, meditación, ejercicio), descansa y duerme, como mínimo, 8 horas al día.

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