Revista Mía

Remedios contra la tos

A estas alturas del invierno, si no te has resfriado todavía, ¡da gracias! Pero de la tos difícilmente te libras...

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A estas alturas del invierno, si no te has resfriado todavía, ¡da gracias! Pero de la tos difícilmente te libras. Por suerte, hay muchos más remedios para aplacarla que tipos de toses.

Recupera el tono

Si estás afónica o tienes las cuerdas vocales inflamadas, Jose Ramón Llorente, presidente en Valencia de la Asociación de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, recomienda esta mezcla de plantas: “Malvavisco, erísimo (hierba del cantor) y orégano”. En un cazo, pon un puñadito de cada una, hierve a fuego lento durante 5 minutos, déjalo reposar otros 10, haz gárgaras y la afonía se irá “como por arte de magia”, afirma.

Lo primero que hay que hacer es beber mucha agua para hidratar la garganta seca y facilitar la expectoración. “La planta más expectorante es el gordolobo; pero hay más: la equinácea, el llantén, el tusílago...”, dice Llorente. Mezcla 3 de ellas, hierve una infusión 5 minutos y añade el zumo de medio limón y una cucharada de miel para calmar la irritación.

“Cuando hay mucosidad blanca transparente, significa que nuestro cuerpo está en un estado susceptible de ser invadido por los virus”, advierte Llorente, y ahí es cuando hay que atajarlo. El propóleo es una sustancia elaborada por las abejas para proteger su colmena y tiene propiedades profilácticas, es decir, convierte al organismo en un terreno desfavorable para que proliferen los virus. “También es el momento de tomar infusiones de tusílago, maria luisa, fenogreco o ulmaria. Si quieres, mézclalas, pero no más de tres plantas”, indica.

El ajo es un gran bactericida (y junto a la cebolla, el rábano, el puerro y el limón, “los antibióticos más importantes que tenemos”, dice el experto). Echa en agua un ajo triturado, espera 10 minutos y haz gárgaras con ello.

Cuando hay sinusitis o infección en los senos, el experto recomienda tomar baños de vapor de hojas de eucalipto o de tomillo (o sus aceites esenciales) con yemas de pino, o la mezcla de las tres. “En un cazo hirviendo, echamos las gotitas o las hojas, nos ponemos una toalla en la cabeza y la agachamos hacia el vapor. Haciendo estos vahos y bebiendo mucha agua, reblandecemos la mucosidad y por tanto los senos inflamados”. Y por la noche, si usas el clásico Vick Vaporub, no lo apliques en el pecho sino “en la planta de los pies”, indica.

“Es un caldo desinfectante que uso en consulta desde hace años”, explica. “En una olla con un litro y medio de agua, echa cinco cebollas de buen tamaño peladas y troceadas; una cabeza de ajos sin pelar, solo aplastados con un golpe; siete u ocho higos secos; cuatro cucharadas soperas de hojitas de tomillo y dos cucharadas de miel. Hierve a fuego lento durante 25 minutos, cuélalo en unos vasitos y reparte el zumo de un limón. Se deben tomar cinco vasos al día, fuera de las comidas, y uno justo antes de acostarse”, indica. Si tienes, además, moco verde o amarillo, incluye uno o dos ajos triturados y mézclalos en el caldo.

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