Mi hija está obsesionada con su peso
¿Crees que puede tener un problema relacionado con su aspecto físico? Supernanny te aconseja cómo actuar.
Marga nota que su hija Patricia, de 13 años, últimamente come menos, parece que se queda con hambre y luego la pilla abriendo la nevera a deshoras. Todo empezó cuando se probó el bikini para ir a la piscina con los amigos. Marga está preocupada, ¿cómo puede ayudar a Patricia? Rocío Ramos-Paúl, terapeuta familiar, responde.
¿Por qué ocurre?
En verano, la ropa es más ligera y deja el cuerpo más a la vista y muchos de nosotros nos planteamos adelgazar. En la etapa adolescente, cuando el aspecto físico cobra tanta importancia, pueden presentarse algunos comportamientos más o menos radicales que preocupan a los progenitores. Aunque en general les duran poco tiempo, hay que estar pendiente y, sobre todo, convertir las ganas de perder peso en ganas de “estar bien”.
Marga tendrá que hablar con Patricia sin recriminarle, ofreciéndole otras formas de actuar. Puede empezar pidiéndole que:
1- Anote durante 3 días todo lo que come: se hará consciente de esos caprichos que no aportan nada a su dieta e incluso de los estados de ánimo en los que ingiere alimentos fuera de hora (nervios por un examen, aburrimiento viendo la tele, etc.).
2- Establezca un plan de comidas: uno que pueda cumplir. Sin prohibiciones, pero instaurando horarios.
Para ayudarle a cumplir este plan de comidas, conviene que le indique algunas pautas:
Respetar el menú familiar
Sin caprichos o redefiniéndolos. Algunos ejemplos: un aperitivo a base de boquerones en vinagre es mejor que uno de croquetas, los frutos secos son mejores que las gominolas (si hay fiesta, ¡adelante con ellas!), los pepinillos, más saludables que las patatas fritas.
Aprender a comer menos
La mayoría de las veces se trata de un ejercicio de control de impulsos (como no comer palomitas cada vez que vemos una peli). Comer en casa sin televisión ayuda a identificar la sensación de saciedad, esa que consigue que digamos “estoy lleno, ya no quiero más” cuando hemos comido lo necesario.
Antes de repetir, esperar 5 minutos y decidir luego
Y en todas las comidas incluir verdura y/o fruta. Son lo mejor para picar entre horas, y si las consume con frecuencia acabará incluyéndolas en su dieta.
Evitar atiborrarse de chucherías
Caramelos, bollos, aperitivos... Quítalas de la lista de la compra para evitar tentaciones y asócialas a ocasiones especiales. Por ejemplo, el viernes puede ser el día de la hamburguesa y entonces sí caben patatas, salsas y refrescos. El resto de la semana, prueba a acompañar con lechuga el filete o a cenar judías verdes con huevo duro.
Actividad física regular
Un paseo diario, practicar algún deporte o actividades lúdicas que impliquen movimiento, como la piscina o la bici.