15 Claves para que tu hijo crezca feliz
Durante muchos años, los padres somos el punto de referencia para que nuestros hijos crezcan felices. En nuestra mano está enseñarles a afrontar la vida.
Durante muchos años, los padres somos el punto de referencia para que nuestros hijos crezcan felices. En nuestra mano está enseñarles a afrontar las distintas situaciones que se le presenten en la vida. Te damos 15 claves para conseguir que tu hijo crezca feliz.
1 - Enséñale a ser independiente
Convéncete de que tu hijo no te pertenece como si fuera un objeto, es un ser humano al que no puedes proteger siempre.
Ayudarle a que, poco a poco, se vaya independizando es la mejor manera de que se sienta responsable de sus actos. Pero esto no quiere decir que te desentiendas de él o que le dejes hacer cosas para las que no está suficientemente maduro. Ayúdale a madurar sin sobreprotegerle.
Saber emocionarse y expresar lo que siente enriquecerá su vida. Además, aunque a ti no te lo parezca, si suele parecer triste es porque tiene algún problema. Tómatelo en serio.
No tiene que ser como tú ni como tú querrías que fuera. Ayúdale a descubrir tanto sus cualidades como sus limitaciones para que pueda encontrar su camino. Déjale tener sus propias aficiones y sus preferencias.
Ser padres no es solamente cubrir sus necesidades físicas, ni ocuparte exclusivamente de las cosas prácticas de la vida. Habla con él, dialoga e interésate por su mundo.
Para que exista una buena comunicación entre vosotros, aunque no estés de acuerdo con él, déjale terminar antes de exponer tu punto de vista. Acostúmbrate a iniciar el diálogo con él haciéndole preguntas específicas. Por ejemplo, en vez de preguntarle “¿qué tal hoy?”, dile: ¿Qué clase te ha gustado más? Así verá que te interesas por él.
Hazte su cómplice, comparte sus fantasías, crea mundos fantásticos donde pueda desarrollar su imaginación.
En caso de divorcio o separación, jamás antepongas tus rencores y deseos de venganza hacia tu pareja a la felicidad de tu hijo. Los niños son muy sensibles y se dan cuenta de todo, sufren y, a la larga, acabarán perdiéndote el respeto.
En temas como religión, política, sexo… Debes tener las ideas claras para responder con coherencia cuando te haga preguntas.
Debes ayudarle pero no anularle. Enséñale a expresar su dolor, a equivocarse y rectificar, a decidir. Y sobre todo, no dramatices sus enfermedades.
Es fundamental para una educación completa, que se relacione con otros niños y que haga actividades al margen de su vida familiar.
Hazle ver que puede divertirse con cosas que no cuestan dinero, edúcale para que comparta y sea solidario.
Distingue lo que es negociable de lo que no y, en lugar de gritarle cuando haga algo mal, moléstate en explicarle lo que está bien.
Llévale de excursión, al cine, a ver deportes. Enséñale los beneficios de la lectura.
Dale todo tu amor, mimos, respeto, compresión y también algún capricho de vez en cuando.