¡A dormir! Cómo hacer que tu hijo se acueste pronto
Para muchos padres, conseguir que sus hijos se acuesten pronto supone una gran hazaña. Los niños, a menudo, quieren quedarse más tiempo en el salón, viendo la tele, jugando o simplemente estirando los cuentos e historias que les contamos antes de acostarse.
Para muchos padres, conseguir que sus hijos se acuesten pronto supone una gran hazaña. Los niños, a menudo, quieren quedarse más tiempo en el salón, viendo la tele, jugando o simplemente estirando los cuentos e historias que les contamos antes de acostarse.
Descubre aquí los mejores trucos para que tus hijos tengan una dinámica eficaz de sueño.
1. La cena: a la misma hora
Cuando un niño se habitúa a cenar a una misma hora, aunque el horario varíe un poquito según sea semana o entre semana, su rutina de irse a acostar será mucho más óptima.
Lo ideal es que la cena de los niños sea dos horas antes de acostarse, para que después de tiempo para lavarse los dientes, darse un baño y leer su cuento favorito.
Cuando la cena acabe, mientras los pequeños estén tomando el postre, lavándose los dientes y a punto de subir a sus cuartos, baja la iluminación de los alógenos para que la luz no sea muy fuerte y no los active. Puedes poner música relajante, es una gran ayuda para que los pequeños asocien esa determinada música a la hora de acostarse.
Así estarán mucho más preparados para irse a la cama. No olvides ponerle su taza de agua al lado de su cama para no tener que ir y venir constantemente cuando el niño pida agua. Muchas veces utilizan la técnica del vaso de agua para dormirse más tarde.
Leerle cada día una determinada historia les hará evadirse de la rutina diaria, potenciar su imaginación y desarrollar hábitos lectores que influirán enormemente en la edad adulta. Además, asociarán la hora del cuento a la hora de irse a dormir. Lo más óptimo es leer el cuento una vez que ya estén acostados y preparados para irse a dormir. Con una luz tenue, y con la música de dormir en voz baja, el niño se relajará enormemente con la historia.
Muchas veces los niños tratarán de que nos quedemos a su lado, antes de dormir, el mayor tiempo posible. Ello hará que la rutina de sueño no sea eficaz y que cada día se acuesten a una hora diferente. Lo mejor, es quedarse con ellos leyendo, darles seguridad para que no sientan miedo y, una vez comiencen a cerrar los ojos, dejarlos descansar.
Enseñar a tu hijo a dormir por si solo hará que se potencien su independencia, y que sus hábitos de sueño sean mucho más precisos. Además, al día siguiente no les costará tanto madrugar y estarán mucho más receptivos en el cole. Muchas veces, los niños están tan sumamente agotados de sus actividades extra-escolares que, aunque parezca mentira, hará que estén más activos y retrasen el irse a dormir. Recuerda que, el sueño, es un aliado fundamental para el crecimiento y bienestar de tus pequeños.