5 claves para que tu hijo coma mejor
La mayoría de los padres no sabe ya qué hacer para que su hijo coma mejor. Estas 5 claves les ayudarán.
La mayoría de los padres no saben ya qué hacer para que su hijo coma mejor. Estas 5 claves les ayudarán.
“¿Estará comiendo mi hijo bien?”. Esto se lo preguntan casi todos los padres en algún momento de la infancia de sus hijos. Y es que la falta de apetito o una alimentación poco variada son muchas veces los causantes de que nuestros hijos no tengan una alimentación equilibrada. Pero no hay que desesperarse. Aquí van 5 claves para que tu hijo coma mejor y tenga una alimentación saludable y equilibrada, que favorezca su crecimiento y desarrollo físico e intelectual.
1. Combina todos los grupos de alimentos. Una alimentación completa debe incluir: hidratos de carbono (entre 4 y 6 raciones al día); frutas, verduras y hortalizas (entre 2 y 3 raciones diarias); proteínas (carnes, pescado o huevos; 2 raciones diarias); lácteos (2 o 3 raciones). Además, tu pequeño tienen que consumir moderadamente aceite, azúcar y sal, y beber agua como principal fuente de hidratación.
2. Predica con el ejemplo. Los niños imitan lo que hacen de sus padres, así que no pretendas que coman verdura si tú no lo haces. Además, comer en familia y en un buen ambiente es un buen aliciente para los niños que tienene poco apetito.
3. Dale los alimentos que menos le gustan en pequeñas porciones de manera repetida y utiliza algunos trucos para hacerlos más apetecibles. Por ejemplo: puedes camuflar las verduras o acompañarlas con sus salsas favoritas, hacer hamburguesas de pescado o presentar la fruta en brochetas de formas divertidas.
4. No hay alimentos buenos y malos. La dieta de tu hijo no será mejor por no dejarles comer alguna chuchería de vez en cuando, eso sí, siempre y cuando no falten en su dieta cereales, verduras o frutas. Todo depende de la cantidad, cómo y cuando las consume.
5. Ten paciencia y no cedas a sus chantajes ni cambies un plato que no le gusta por otro que sí. Recuerda que tienes que ir introduciendo poco a poco en la alimentación de tu hijo nuevos sabores y texturas y esto, casi siempre, es un proceso lento. Y que si no lo haces cuando es pequeño, se convertirá en un adulto caprichoso y, lo que es peor, con una dieta desequilibrada.
- Con información de Laboratorios Ordesa.