Los errores que cometemos al consumir brócoli
No elegir el ejemplar correcto o limpiarlo de manera inadecuada son algunos errores que impiden aprovechar al máximo las muchas bondades de esta verdura. Pero hay algunos más y te vamos a contar cuáles son. ¡Toma nota!
El brócoli, al igual que cualquier otra verdura, debería formar parte de una dieta equilibrada y saludable. Si bien es cierto que hay quien lo detesta debido a su sabor fuerte y su particular consistencia, es un alimento de lo más interesante debido a su aporte de vitamina E, B, A, K y ácidos grasos Omega 3, entre otros.
Esta verdura de origen italiano posee un sinfín de bondades para el organismo. Protege el corazón gracias a su contenido en cromo, un mineral encargado de regular la glucosa en la sangre, así como ayuda a prevenir la hipertensión arterial. Además, es un estupendo antioxidante y un aliado contra la anemia gracias al hierro que posee, sin olvidarnos de su poder para proteger los huesos debido a la presencia de calcio, fósforo y zinc en su carne. En definitiva, el brócoli es el alimento ideal para quienes quieren cuidar de su salud. Ahora bien, es posible que estés cometiendo ciertos errores a la hora de consumirlo que impiden aprovechar al máximo todo lo que tiene que ofrecer (que no es poco). Estos son algunos de ellos.
Elegir el ejemplar inadecuado
Si está amarillo, no te lo lleves a casa. Este color indica que el brócoli ya no está en su mejor momento pues ha comenzado a perder vitaminas y minerales. Un buen brócoli, apto para su consumo, debería estar de color verde oscuro. A la hora de comprarlo también debemos prestar atención al tallo, y en caso de que esté blando, mejor coger otro ejemplar. Al llegar a casa, hay que guardarlo en la nevera y procurar consumirlo antes de que pasen 5 o 7 días.
Todas las verduras han de limpiarse muy bien antes de ser consumidas. Desechar el tallo es un error que cometemos con frecuencia, y es que esta parte del brócoli contiene las mismas propiedades que el resto. Al poseer una textura más dura, añadirlo al plato creará un contraste de lo más apetecible. Otra manera de beneficiarse de sus bondades es consumirlo salteado o en cremas.
Lo mismo sucede con las hojas. Poseen un sabor amargo que a algunos puede no gustar, pero lo cierto es que nos aportan grandes beneficios a nivel nutricional gracias a su contenido en betacarotenos, vitamina A y C. Prepáralas salteadas en una sartén con un poco de ajo y tendrás un plato saludable y delicioso.
Del mismo modo que sucede con el resto de verduras, el brócoli pierde nutrientes si lo cocinamos demasiado. El tiempo ideal de cocción de esta verdura es de entre 3 y 5 minutos. Sin embargo, la mejor manera de beneficiarnos de sus múltiples beneficios es en wok. Al menos, esa fue la conclusión de un estudio publicado en el 'Journal of Agricultural and Food Chemistry'. Al parecer, este modo de prepararlo estimula la producción de sulforafano, un azufre con propiedades anticancerígenas.
Una vez preparado, lo más frecuente es que tiremos el agua de la cocción, pero es un error. El brócoli es rico en vitaminas y nutrientes, y durante el proceso de cocción el agua se impregna de estos. ¿Por qué no aprovecharlo? Guárdalo en la nevera y utilízalo como caldo de verduras, como caldo para una sopa o un risotto.