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¿Ya no sabes qué hacer para que los más peques de la casa coman fruta o sean más amigos de la verdura? Para eso te enseñamos 5 presentaciones ideales a las que tus niños no se podrán resistir.

Leonor Nieto García

'No quiero comer brócoli', 'no me gusta el plátano' u 'odio el pimiento' puede que sean algunas frases que te suenen si tienes hijos. Sí amigas, la realidad es que en muchas ocasiones debemos batallar para que los más pequeños de la familia (sean primos, sobrinos, etc) se animen a probar determinados alimentos. Para ello recurrimos a los consejos de los expertos, que destacan la importancia del color de los alimentos (por ejemplo, el negro y el amarillo son dos colores que, de estar presentes en algún plato, suelen rechazar) y la cantidad de comida que les servimos en el plato (no conviene sobrecargarlos, y la comida ha de estar bien distribuida).
Además de esto, es recomendable utilizar vajillas y utensilios divertidos para hacer que los niños asocien el momento de comer a algo entretenido, así como recurrir a presentaciones divertidas que puedan recordar a alguno de sus personajes favoritos. También existen otros pequeños trucos, como colocar un poquito de queso sobre la carne para hacerla más apetecible o involucrar a los peques en el proceso de elaboración de la comida. Si quieres inspirarte sobre cómo hacer tus platos más atractivos y que ningún niño pueda resistirse a ellos. ¡Continúa leyendo para descubrirlos!

Cucuruchitos de kiwi

Pero no unos kiwis cualquieras, no. Estos adoptan la forma de un cactus precioso y que encantará a los peques tanto por su aspecto como por su comodidad a la hora de comerlo (¡no se mancharán las manos!).

¡Hay un monstruo en mi plato!

En concreto Mike Wazowski, de la película de Pixar Monstruos S.A. Se trata de un pancake vegano de brócoli y espinacas, acompañado de una rodajita de pera y 'piernas' y 'brazos' también de brócoli (esa verdura que despierta ánima adversión en los niños). Con este aspecto, ¿cómo van a poder resistirse?

El tupper también cuenta

No nos engañemos, la comida puede resultar más apetecible (o no) dependiendo del plato o recipiente que utilicemos. En este tupper de tonos violetas todos los platos aparecen perfectamente ordenados y la presentación es de lo más mona.

¿Un plátano helado? Sí, por favor

Que los niños coman fruta a veces puede parecer tarea imposible, pero con este plátano helado cubierto de yogur y topping de chips de chocolate negro se lo zamparán sin quejarse ni una sola vez.

Un dinosaurio para desayunar

Comenzar el día con energía es fundamental y con esta tostada de mantequilla de cacahuete y plátano acompañada de kiwi será 'pan chupado'. Cute y superatractiva, esta idea encantará a tus hijos.

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