Alimentación equilibrada para niños pequeños: cómo dar de comer a nuestros hijos
¿Sabes cuánto debería comer un niño? ¿Cada cuánto tiempo? Te contamos qué alimentos son imprescindibles en la dieta de lo más pequeños y cómo puedes enseñarles a comer de todo.
La alimentación es una de las bases para mantener nuestra salud, y aunque es vital que la mantengamos equilibrada a lo largo de nuestra vida, es esencial también durante los primeros años. Lo que comen los niños de pequeños tiene un impacto en su salud, crecimiento y desarrollo tanto a corto plazo como más adelante, a lo largo de su vida. Más allá de la nutrición, enseñarles a comer de manera equilibrada puede ayudarlos a adquirir el hábito de seguir una dieta sana y variada para disfrutar con el resto de la familia.
Igual que para los adultos existen una serie de pautas sobre cómo debe ser una dieta equilibrada (incluir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, comer cereales integrales, una porción de pescado azul cada semana, limitar los alimentos grasos y azucarados y un largo etcétera), para los más pequeños existen también. Es importante asegurarse de que obtengan todos los nutrientes que necesitan en dosis manejables, lo que significa no consumir demasiados alimentos voluminosos ricos en fibra con demasiada frecuencia, por ejemplo. Incluir una amplia variedad de alimentos en su dieta también es importante para que se acostumbren a comer ‘de todo un poco’.
¿Cuánto debe comer un niño pequeño?
Partimos de la base de que los niños necesitan tres comidas y entre dos y tres comidas muy ligeras (almuerzo y merienda), así como de seis a ocho bebidas todos los días. Evitando, por supuesto, cualquier refresco o zumo azucarado. Como sus estómagos aún son pequeños, asegúrate de darles porciones del tamaño de una persona de su tamaño (o sea, raciones equivalentes a su puño). Es vital que coman cantidades ajustadas y no pasa nada si alguna vez tienen más hambre y quieren algo más, pero no les obligues a dejar el plato limpio siempre o les fuerces a comer si algún día no desean comer tanto.
¿Qué no puede faltar en la dieta de los más peques?

lacteos sobre fondo azul
Carbohidratos
Incluye al menos cinco porciones diarias para niños pequeños, por ejemplo, a través de pan, arroz, pasta, cereales y patatas. Estos proporcionan energía, así como vitaminas B y calcio. Los alimentos con alto contenido de fibra y almidón, como los cereales integrales y el arroz integral, también pueden proporcionar nutrientes adicionales, pero estos deben introducirse gradualmente ya que pueden hacer que la dieta sea muy voluminosa. Para incluirlos en su dieta, puedes preparar platos originales pero ricos como un risotto de calabacín y guisantes.
Frutas y verduras
Incluye alrededor de cinco porciones de frutas y verduras (tampoco muy grandes) al día. Estos pueden ser frescos, deshidratados, congelados, enlatados o en forma de zumo (pero limita estos últimos, ya que contienen bastante azúcar). Trata de ofrecer un ‘arcoíris’ de frutas para que exista la mayor variedad posible, y como la presentación es vital en el caso de los niños, prueba a preparar brochetas de fruta fresquitas y servirlas con yogur por encima.
Lácteos
Incluye alrededor de tres porciones diarias de productos lácteos en forma de queso, yogur o leche. Las variedades enteras son las mejores para los niños pequeños, pero a partir de los dos años en adelante, se puede introducir la leche semidesnatada.
Proteínas
Incorpora aproximadamente dos porciones de proteína al día de carne, pescado, huevos, nueces o legumbres (por ejemplo, lentejas). Además, estos alimentos proporcionan minerales como zinc y hierro. Es importante incluir pescado azul (por ejemplo, salmón, sardinas, caballa o atún fresco) una o dos veces por semana.
Desarrolla sus gustos y muéstrale en qué consiste una alimentación sana
Los más pequeños tienen preferencia innata por los sabores dulces, comenzando con el sabor ligeramente dulce de la leche materna. A pesar de esto, todos los demás gustos se pueden aprender mediante la exposición y la repetición. A veces pueden probar hasta 10-15 veces un alimento para que finalmente lo acepten. Por lo tanto, si a tu niño le gusta decir 'no' cuando le pongas un plato delante, inténtalo nuevamente otro día y prueba a comer esos mismos alimentos con él. También puedes intentar cultivar hortalizas o cocinar con tus hijos para inculcarles en qué consiste una alimentación sana.