Aunque son famosas en el mundo entero, estas recetas nacieron fruto de una equivocación o simplemente por azar. Ejemplos de ello son el brownie, el cono de helado o el sándwich.
Todo tiene un comienzo y evidentemente la gastronomía no iba a ser diferente. ¿Alguna vez te has preguntado cómo surgieron algunas de tus recetas favoritas? Muchas de las comidas más famosas en la actualidad tienen una curiosa historia detrás en torno a su origen, pues son consecuencia de un despiste del cocinero o fruto de una acertada casualidad.
Todos cometemos errores en la cocina. En la gastronomía, la precisión en lo que a ingredientes y cantidades se refiere es clave, sobre todo si hablamos de postres. A veces sucede que se nos olvida algún ingrediente y decidimos continuar con la receta echando mano de la improvisación (y grandes dosis de optimismo). No nos engañemos: a veces el resultado es un absoluto fracaso y no nos queda otro remedio que desgraciadamente tirar a la basura nuestra 'creación' porque no hay quien se la coma. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que nos salen bien los experimentos y acabamos creando verdaderos tesoros gastronómicos totalmente inesperados. El origen del brownie es uno de los ejemplos de esto. Este delicioso pastelito se creó por error en 1892 después de que un pastelero estadounidense (al que le debemos muchísimo) olvidara agregar levadura al bizcocho de chocolate y nueces que estaba preparando. Sin duda la prueba de que no todos los errores tienen por qué ser malos.
Otra comida cuyo origen está rodeada de circunstancias peculiares es el sándwich. La existencia de esta socorrida receta se la debemos al inglés John Montagu, conde de Sandwich, que no quería abandonar su partida de cartas, así que pidió que le sirvieran su cena entre dos rebanadas de pan. De este modo creó, sin él pretenderlo, lo que hoy conocemos como sándwich. Pues bien, estas dos ricas recetas no son las únicas que nacieron fruto del azar o error, y es que con muchas otras comidas hoy en día icónicas también ha sucedido lo mismo. Te vas a sorprender mucho con el origen del cono de helado, el queso burrata o de las galletas con pepitas de chocolate.
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Brownie
No todos los errores son malos y prueba de ello es el brownie que enamora a todos. Este irresistible postre nació en 1987 porque a un pastelero estadounidense se le olvidó agregar levadura al bizcocho de chocolate y nueces que quería preparar. El resultado de su error no podría gustarnos más: un delicioso pastel crujiente por fuera y cremoso por dentro que comeríamos a todas horas.
Cookies con pepitas de chocolate
Las típicas galletas con pepitas de chocolate nacieron de la mano de Ruth Graves Wakefield, la dueña de una casa de huéspedes en Massachusetts. Un día se dispuso a hacer unas galletas con mantequilla y chocolate pero cuando estaba en ello se dio cuenta de que no tenía chocolate líquido. Fue entonces cuando se le ocurrió hacerlas con trocitos de chocolate en barra, pensando que con el calor del horno se derretirían. El resultado de esta improvisada receta ya lo conoces, una deliciosa galleta con trocitos pegajosos de chocolate famosa en el mundo entero.
Copos de maíz
Los hermanos Kellogs dieron por casualidad con esta receta en 1898 mientras trabajaban en un hospital de Michigan. Allí se encargaban de la alimentación de los pacientes. Un buen día, uno de los hermanos dejó unos granos de trigo al fuego y estos adquirieron una textura flexible. En lugar de deshacerse de ellos, decidieron hornearlos, dando lugar a los crujientes copos de trigo que todos conocemos a día de hoy.
Cucuruchos de helado
No se sabe con exactitud su veracidad, pero la teoría más aceptada sobre el origen del cono de helado apunta a la feria de San Luis de 1904. El heladero Ernest Hemwi se quedó sin envases y tuvo que ingeniárselas para seguir sirviendo su producto. Fue entonces cuando se le ocurrió darle forma de cono a una pasta empleada para los dulces e introducir el helado en ella.
Sándwich
El sándwich es una de las comidas más socorridas cuando queremos picar algo rápido. Pues bien, lo cierto es que nació fruto de una casualidad allá por el siglo XVII. El ‘responsable’ de que hoy disfrutemos de este snack en todo el mundo es John Montagu IV, conde de Sandwich. Según la leyenda, era tan aficionado a las apuestas, que no se levantaba ni para comer. Una noche, pidió que le llevaran su comida entre dos rebanadas de pan para no tener que abandonar su partida, creando así el sándwich.
Tarta Tatin
Una de las recetas más clásicas de la repostería francesa es la tarta Tatin. Existen varias teorías en torno a su origen, pero la más acertada es la que sostiene que nació en Lamotte-Beuvron gracias a dos hermanas. Al parecer, se les estropeó el horno en mitad de la elaboración de una tarta de manzana, así que decidieron acabarla en la sartén, dejando el hojaldre en la base para que se cocinara bien con el calor. Y así nació esta variante de la ‘apple pie’ clásica que todos conocemos.
Burrata
La burrata es uno de los quesos italianos más famosos del mundo y su origen se remonta a 1956. El ganadero Lorenzo Bianchino se encargaba de suministrar la leche a los habitantes de Puglia, pero un día no pudo hacerlo debido a la fuerte nevada que había caído. Por tanto, decidió conservar la crema y la nata resultantes de la leche en los mismos envoltorios de pasta hilada que se utilizan para conservar la mozzarella, y de ahí surgió este delicioso queso presente en restaurantes y mercados de todo el mundo. A día de hoy, este lácteo tiene el reconocimiento de indicación geográfica protegida, lo que significa que solo hay un verdadero queso burrata, el que se elabora en la región italiana de Puglia.