5 errores que cometes con el aceite de oliva virgen extra
El oro líquido es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea, gracias a sus muchos beneficios para la salud. ¿Crees que haces las cosas bien a la hora de consumirlo? Te contamos cuáles son los fallos que podrías estar cometiendo.
El aceite de oliva virgen extra es uno de los pilares de la dieta mediterránea. Sus cualidades y propiedades para la salud han hecho que popularmente se le conozca como 'oro líquido', pues es rico en antioxidantes, grasas monoinsaturadas y ácido oleico, sustancias que están relacionadas con la reducción del riesgo de enfermedades coronarias. Este líquido reduce el colesterol malo, mejora la salud de los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial.
Uno de los ácidos grasos más importantes del aceite de oliva virgen extra es el ácido oleico. Entre otras propiedades, dicho ácido es conocido por reducir la inflamación. Ahora bien, si por algo tiene efecto antiinflamatorio el aceite de oliva es por su alto contenido en antioxidantes. El más destacado antioxidante del oro líquido es el oleocantal. Además, el AOVE contiene vitaminas A, D, E y K, que le confieren propiedades beneficiosas para la vista, la asimilación del calcio, los huesos y también como antioxidante.
Tanto el aceite de oliva virgen extra (AOVE) como el aceite de oliva se obtienen mediante procesos físicos a una temperatura de hasta 35ºC sin necesidad de utilizar disolventes orgánicos. La principal diferencia entre ambos reside en la perfección del líquido resultante. El aceite de oliva virgen puede presentar pequeños defectos sensoriales, pero el virgen extra conserva intactas todas sus características sensoriales y propiedades. En lo que respecta a la acidez, puede llegar a un 2% en el aceite virgen, siendo de 0,8% en el caso del AOVE.
Tanto su sabor como su olor son muy característicos, convirtiéndose así en un aceite muy valorado por su calidad no solo nutricional, sino también organoléptica. Es más, es la opción más aconsejada para usar crudo en platos sin cocinar, como ensaladas. Si vamos a freír alimentos, este aceite es también el más recomendable porque aguanta muy bien las altas temperaturas, y puede ser utilizado en más de una ocasión, al contrario de lo que se cree.
Aunque forma parte de nuestra cocina a diario, en torno a su consumo existen ciertos errores que quizá estás cometiendo. A continuación te contamos cuáles son los más frecuentes.

Creer que todos los aceites de oliva son iguales

No almacenarlo correctamente

No reutilizar el aceite de oliva para freír

Dejar la botella abierta durante su uso
