Nuevo Curso. Claves para Superarlo con Nota
Comienza un nuevo curso y es un reto tanto para ellos como para nosotros. ¿Cómo podemos incentivarles? ¿Conseguir que les guste ir al cole? ¿Qué debemos hacer si es la primera vez que van a él? La psiquiatra...
Comienza un nuevo curso y es un reto tanto para ellos como para nosotros. ¿Cómo podemos incentivarles? ¿Conseguir que les guste ir al cole? ¿Qué debemos hacer si es la primera vez que van a él? La psiquiatra Eva Inés, del Centro Gaztambide, especializado entre otras áreas en la infancia, nos explica cómo actuar:
-Si es la primera vez que va: "En primer lugar tenemos que saber que nos va a costar y nos va a doler separarnos del niño y que, por ende él, también lo va a pasar mal. Cuando decidamos que ha llegado el momento de que el niño vaya a una guardería o cuando ya empieza su escolarización tenemos que prepararle antes. Tenemos que hacerle presente e informarle de cada decisión que tomamos que le influya: explicárselo ajustándonos a su nivel de comprensión. Adelantarle que tal día va a empezar el colegio, enseñándoselo en el calendario e ir subrayando los días que faltan para que el niño lo vea. Le vamos a explicar qué es el cole y qué se hace en él, le explicaremos igualmente que va a conocer a otros niños con los que podrá jugar y que se lo va a pasar muy bien, aunque eche de menos a papá y mamá.
Hay que hacerle saber también al niño que nosotros le vamos a echar de menos y que después del colegio le vamos a ir a buscar y vamos a merendar juntos.
Si el niño es muy pequeño podemos hacer un dibujo de un reloj grande redondo y en el que vea que de una hora a otra va a estar en el colegio y pintarlo con él, después poner la hora de la merienda y dibujar una casa simbolizando que irá a casa después. Es decir, el niño necesita tener constancia de que va al colegio pero va a volver después a su casa y que sus padres estarán con él. Podemos llevarle al colegio un juguete que sea suyo o una chaqueta que le guste mucho, o cualquier cosa que le haga sentir más seguro. En cualquier caso ambos lo pasarán mal, el niño y los papás, es inevitable, es un paso importante y como tal deben los padres sentirlo. Lo importante es que tanto si el niño llora mucho y monta un gran escándalo sepa que sus papás van a estar allí cuando el salga del colegio".
-Para conseguir que le guste aprender e implicarle:la misma experta nos explica: "Cada niño es distinto y de siempre ha habido niños a los que les ha gustado estudiar y a otros no y en la adolescencia la mayoría hemos pasado una etapa de querer dejar los estudios. Hacer que el niño ame aprender depende tanto de cómo sea él y de cómo le hayamos enseñado nosotros. En cualquier caso, si queremos que quiera saber más y le motive el aprender, debe ver en los padres también una motivación por aprender cosas y, sobre todo, buscar un momento en el que se puedan hacer deberes juntos o en el que los padres le muestren que a veces aprender puede ser un rollo, pero que en la mayoría de los casos le va a servir el día de mañana para entender más el mundo y para sentirse una persona que entiende el mundo en el que se mueve. Resumiendo, cada niño es diferente pero cada niño aprende de lo que ve en casa y si en ella se hace un esfuerzo (porque sabemos que hay que hacer un gran esfuerzo) por buscar tiempo juntos para leer un poco el periódico, jugar a algo que también ayude a aprender, hablarle de nuestra experiencia real cuando estudiábamos (cómo nos sentíamos, etc.); es decir, tener un encuentro auténtico con nuestros hijos que nos permita transmitirles nuestra experiencia y que estamos para lo que ellos necesiten".
-En el caso de los adolescentes: "Cuando ya es adolescente y el fracaso escolar es inminente hay que revisar varias cosas. En primer lugar, puede que el fracaso en el colegio lo que quiera decir es que el chico o chica necesita que le miremos (es decir, atendamos), que veamos que está ahí y la única manera de conseguir nuestra atención es suspender y volverse un pasota, porque es mejor que le regañen a que le ignoren. Otra cosa puede ser que no se haya implantado una rutina de estudio desde pequeño y no haya una buena base sobre la que se esté construyendo todo su conocimiento, y como la exigencia curricular cada vez es un poco más dificil y si no se tienen unos cimientos más o menos estructurados es más complicado.
Otro asunto importante es que nos encontramos cada vez con más adolescentes que tienen a su alcance todo lo que quieren y cuando quieren, con lo cual estamos haciendo que en sus vidas no haya motivación por conseguir lo que uno desea: por muy pequeño que sea, la motivación es algo que hay que cultivar continuamente.
Una característica de los adolescentes que es clave es que piensan que X no les va a a ocurrir a ellos, ya que su concepto temporal no es como el de los adultos, piensan que van a ser siempre adolescentes, con lo cual para los padres nos es difícil acercarnos a su punto de vista y mucho más complicado resulta que ellos se pongan en el nuestro. Con lo cual tenemos que contar con eso cuando hablemos de su futuro, y de si quieren dejar los estudios, etc. Muchos chicos quieren dejar los estudios porque estudiar no tiene una recompensa inmediata, es decir es la ESO, bachillerato, selectividad, carrera, buscar trabajo etc. Por eso, hay que trabajar con ellos desde pequeños la importancia de la educación y no sólo 'de la educación en los libros de texto', sino también la educación que les va a servir para la vida.
Por mucho que nos pueda doler que nuestro hijo quiera dejar de estudiar, en primer lugar, debemos ver qué argumentos tiene, escucharle sin juzgarlo y, si realmente es algo que tiene razonado y bien argumentado, puede que sea el momento de que comience a hacer otra cosa. Nos tenemos que asegurar que nuestro hijo, cuando tome una decisión, tenga toda la información posible sobre pros y contras, etc. para que se haga responsable de su propia decisión".