Enseña a tu Hijo a Escuchar
Hay técnicas muy fáciles de aplicar para que tus hijos aprendan a escuchar y a entender lo que se les dice. Con estas reglas de comunicación mejorará vuestra convivencia familiar: Las reglas de comunicación...
Hay técnicas muy fáciles de aplicar para que tus hijos aprendan a escuchar y a entender lo que se les dice. Con estas reglas de comunicación mejorará vuestra convivencia familiar:
Las reglas de comunicación no son fáciles de aprender, más aún cuando se trata de niños con edades comprendidas entre los dos y los ocho años, pues la comunicación no implica solamente lo que decimos, sino cómo lo expresamos. Una misma frase puede tener significados diferentes en función del tono de voz empleado, de la postura corporal, de los gestos, del momento en que lo digamos e incluso de las personas que estén presentes. Desde muy pequeños, los niños aprenden a reconocer esas diferencias pero para ello hay que promover una relación familiar fluida.
El respeto es la clave: hay muchos factores que de forma espontánea desestabilizan la comunicación entre padres e hijos: la falta de sueño, un mal día de trabajo, imprevistos de última hora, la intromisión de abuelos, tíos y hermanos, etc. Por ello, la primera norma es mantener siempre el respeto, que no sólo alude al que los padres esperan de sus hijos sino también al que los menores esperan de sus progenitores.
Un modelo pasado: los expertos no dejan de subrayar que los niños aprenden más de lo que hacen sus padres que de lo que les dicen que deberían hacer, por lo tanto el modelo 'los padres dicen, los hijos obedecen' es casi inaplicable. Descartado este modelo, hay que utilizar otras técnicas de comunicación. Ten en cuenta que 'hablar a' los hijos no implica diálogo; sin embargo, 'hablar con' significa que recibes y das información, que te escuchan y respetas su participación y opiniones. Por tanto, ordenando, insultando y amenazando con frases como: 'si en diez minutos no has recogido, no hay postre', no conseguirás nada porque no les enseñará a escuchar.
Técnicas más útiles (describirle la situación): para que tu hijo entienda qué sucede y pueda por sí mismo pensar qué hacer para solucionarlo, es mucho mejor describirle brevemente la situación conflictiva. Al mismo tiempo puedes expresar tus sentimientos diciendo: 'no me gusta ver tu habitación desordenada' o dejar notas escritas para que él recuerde que su habitación debe estar ordenada. Esta técnica puedes aplicarla, por ejemplo, para que tu hija de cinco años se vista sola o tu hijo de ocho se responsabilice de sus objetos. Merece la pena emplear un tiempo en describir la tarea con calma, mirándoles a los ojos, asegurándote de que te escuchan y de que van a realizar lo encomendado. Por último, debes reconocer su esfuerzo cuando cumplan lo convenido y elogiar sus progresos. Esto es muy importante porque sólo así pondrán más empeño la próxima vez.