Con guisantes, encurtidos o anchoas, con la patata chafada o hecha taquitos, con pimiento morrón decorando o cebolla… hay tantas recetas de ensaladilla rusa como hogares hay en España. Pero, ¿conoces el origen de la ensaladilla? ¿Sabes dónde se come mejor? Te contamos todos los secretos de este plato tradicional e imprescindible de nuestra gastronomía.
Todos parecen coincidir que, aunque fuera un plato que se cocinada desde 1856 con el nombre de salade russe (cuando apareció en un recetario francés muy conocido, La cuisine classique de Urbain Dubois que es el que seguramente llegó a manos de los cocineros españoles de la época) fue Lucien Olivier Guillerminav, un cocinero ruso que estaba al frente de los fogones del Hermitage, quien la popularizó.
La receta original nunca fue desvelada por su autor, pero se cree que era un batiburrillo que tenía carne de perdiz, áspic, cangrejos y posiblemente también caviar, lengua de ternera y trufa, además de lechuga, pepinillos, patatas cocidas y aceitunas. Todo iba aliñado con una salsa secreta y que fue imitada a base de mayonesa, aceite de oliva, vinagre de estragón, mostaza y otros ingredientes.
Aunque en su época fue conocida como Ensalada Olivier, ha venido a nuestros días como ensaladilla rusa, dicen, por su similitud con el aspecto blanquecino de la nieve, aunque también hay varias teorías sobre esto. Lo cierto es que en Rusia, este receta es un plato típico de Navidad y la receta actual incluye mandarinas y otras frutas de invierno que acompañan a ingredientes como la carne picada de pollo.
A medida que la receta ha ido extendiéndose, cada cultura ha agregado sus propios ingredientes. Por ejemplo en Perú, la ensaladilla rusa incluye remolacha que mezclada con la mayonesa hace que ésta adquiera un color rojizo y se dice que así se hace alusión a su pasado comunista.
Sin embargo, sus señas de identidad principales no han variado, patata cocida y mayonesa. En nuestro país suele añadirse huevo cocido, encurtidos, pimiento rojo, guisantes, zanahorias, aceitunas, espárragos o atún. Las posibilidades son infinitas y cada receta aporta su toque personal.
En octubre del año pasado se celebró el primer Campeonato Nacional de Ensaladilla Rusa en el festival gastronómico de Donosti donde participaron 12 chefs entre los cuales estaba el gran Martín Berasategui que compartió su secreto para que la ensaladilla no defraude, que no es otro que servirla recién hecha para que no pierda sabor.
Por cierto, la receta de Berasategui lleva tomate confitado, gambas, patatas en dados, cebollino y mayonesa recién hecha, aunque la ganadora del Campeonato fue algo más tradicional. La puedes probar en ‘Tapas 24’, Barcelona, y entre sus ingredientes podemos encontrar patatas, zanahorias, atún y aceitunas. ¿Su secreto para alzarse con el primer premio? Una mayonesa elaborada con agua de aceitunas y aceite del atún y de las anchoas.
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Al estilo murciano
Con la patata machacada, un punto de encurtidos y servida encima de una rosquilla. La marinera lleva una anchoa, la bicicleta solo el pegote de ensaladilla y el marinero un boquerón en vinagre. Si alguna vez la has probado, sabrás que esta delicia es una de las más queridas de esa región.
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Un toque de perejil
No hace falta ser Karlos Arguiñano para saber que el perejil le va bien a casi todos los platos de nuestra gastronomía. También a la ensaladilla, hay quien no puede comerla si le falta este ingrediente. Si te apetece probar esta refrescante versión, solo tienes que añadir perejil fresco picado a la receta.
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Con carne
Aunque te cueste creerlo, la receta original llevaba varios tipos de carne e incluso foie y la receta tradicional rusa incorpora pollo picado. Por lo tanto, nadie te puede decir que si le pones unas tiras de jamón cocido no es ensaladilla rusa. La favorita de los más pequeños.
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Nuevos formatos
Para aligerar la clásica versión sobre pan, puedes ponerlas sobre hojas de lechuga u hojas de coles. Prueba con las que estén más crujientes para que soporten el peso de la ensaladilla y verás como es una opción sana, ligera y muy refrescante.
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Tipica española
Con huevo duro, patata cocida, atún y pimiento morrón decorando, seguro que esta fotografía te transporta a tu niñez en casa de mamá. Es la versión más conocida en nuestro país y muchas veces se decorada el pimiento morrón con mensajes o dibujos.
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Fácil de llevar
Además de ser un plato delicioso, es fácil de transportar si lo que quieres es disfrutarla en tu trabajo o tal vez en un picnic con amigos. Te proponemos que la lleves en un recipiente de cristal y que dispongas los ingredientes por capas para luego mezclarlos en el momento. Frescura asegurada.
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Trucos de presentación
Muchos restaurantes la sirven a modo de bolas de helado, un truco de presentación que te puede funcionar divinamente en casa para un acompañamiento a modo de guarnición con un plato principal de carne a la plancha. Prueba y verás cómo triunfas.
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Ingredientes básicos
Sus principales ingredientes son los mismos en casi todas las cocinas, patata cocida y mayonesa. En nuestro país suele añadirse huevo cocido, encurtidos, pimiento rojo, guisantes, zanahorias, aceitunas, espárragos o atún.
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Con un toque de remolacha
En Perú, la ensaladilla rusa incluye remolacha que mezclada con la mayonesa hace que ésta adquiera un color rojizo y se dice que así se hace alusión a su pasado comunista. Prueba a inorporarla en tus recetas, le dará un sabor dulce y profundo que casa de maravilla con el resto de ingredientes.
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Con corteza
Para amantes de los aperitivos, la ensaladilla rusa junto con una corteza puede ser un bocado irrepetible y contundente. Si te decides a presentarla de esta manera, cuida que la corteza tenga cierta consistencia, ya en caso contrario, podría reblandecerse con la humedad de la ensaladilla.
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Con gambas
La receta del gran chef Martín Berasategui lleva tomate confitado, gambas, patatas en dados, cebollino y mayonesa recién hecha. Los mariscos van muy bien a la ensaladilla, hay quien le añade también carne de cangrejo o caviar. Prueba tú a decorarla con unas gamabas cocidas y peladas. Verás qué acierto.
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Con jamón
Como ya te hemos contado, la receta original llevaba lengua de ternera y carne de perdiz y muchos países europeos conservan la tradición de añadirle pollo o jamón cocido. Es una forma de darle un extra de proteína para que sea un plato más completo.
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Que no falten los picos
En nuestro país lo más común es servirla con picos que usamos a modo de cubiertos y además, podemos llevarnos a la boca. Elige los que sean extra crujientes y en su punto de sal, cualquier otro sabor podría alterar el del plato principal.