Revista Mía

Recetas dulces que nunca fallan

Cuando hay que preparar un menú que guste a todos, hay que recurrir a elaboraciones que sean garantía de éxito.

La repostería es un muchas cosas contradictorias a la vez: un hobby divertido para hacer en casa sola o en familia desde luego, pero también un vicio difícilmente controlable. No debemos abusar de ella, pero al mismo tiempo es mucho más recomendable elaborar recetas dulces en casa que atiborrarnos a productos industriales. Todo esto es cierto, del mismo modo que lo es la vinculación que tiene el dulce con la felicidad. Es así porque está muy bueno, no solo porque culturalmente esté arraigada dicha sensación.

Lo importante es ser consciente de los límites porque es incompatible con una dieta saludable. Incluso el casero. Pero conociendo dichos límites, serás capaz de limitar su consumo, lo harás solo de elaboraciones caseras y, encima, terminarás disfrutando todavía más cuando te lo permitas porque se habrá convertido en una excepcionalidad. Y es en ese punto cuando te plantearás qué merece más la pena: si apostar por unas calorías que ya conoces y disfrutas o hacerlo por dulces que no has probado antes con el riesgo de que se conviertan simplemente en “calorías ahorrables”. En tu mano está.

Por si te decantas por lo primero, hemos elaborado una lista de esos postres que (casi) nunca fallan.

Crepe con crema de avellanas

Vence a la pereza y haz la crema y la masa caseras que te hemos dado las claves para ambas cosas no hace demasiado tiempo. Más sencillo y eficaz imposible porque, si te gusta el chocolate con avellanas tipo Nutella -¡¿a quién no?!-, te apetece a todas horas: desayuno, comida, merienda o cena.

Aunque nunca se fue, la tarta de queso está de moda. Es como la chaqueta de cuero, que por mucho que siempre esté ahí, tiene sus momentos. Es de los postres más versátiles que existen porque hay versiones horneadas y otras que no, con base de galleta o sin ella, semilíquidas o completamente cuajadas, con mermelada por encima o vacía de acompañamiento, y de sabores más o menos intensos que permiten disfrutar de ella hasta a muchas personas que no tienen el queso entre sus preferencias.

Es uno de los postres que incluye la experta en pastelería Anaísa López incluye en su libro ‘Recetas que no fallan’. La verdad es que en nuestro brainstorming particular no habíamos caído en ellas, quizá porque ahora no se ven tanto en las cartas de los restaurantes, pero ¿a quién no le gustan unas buenas tortitas clásicas para rellenarlas con sus sabores favoritos? Chocolate, mermeladas, dulce de leche, fruta recién cortada, frutos secos… Posibilidades ofrecen todas las del mundo.

Flan (Foto: iStock)

FlanFlan (Foto: iStock)

Este es un postre que suena mejor con el artículo determinado primero porque es una institución en el recetario tradicional español. El clásico, de huevo, si está bien hecho, no hay paladar que lo rechaza. Pero por si tienes la mala suerte de invitar a comer a alguien al que no le guste -¡sacrilegio!-, tienes alternativas para todos los gustos. De café y de naranja, dos de nuestros favoritos.

Ha sido el último postre al que hemos elevado a clásico tras adoptarlo del recetario dulce norteamericano.  De los detalles para bordarla te hablamos largo y tendido aquí, pero no queremos desaprovechar la oportunidad para insistirte en que la pruebas si todavía tienes prejuicios con esta receta. ¡Luego no querrás dejar de comerla!

Tienen algo las natillas que aunque no las eches de menos si habitualmente no las comes, cuando llegas a un hogar donde te han invitado a comer y te dicen que ese es el postre, los ojos se te abren e iluminan como dos soles, ¿verdad? Eso sí, igual que te decimos una cosa, te decimos la otra: no se pueden soportar las recetas hechas a partir de productos industriales. Las natillas, caseras. A tu elección dejamos solamente el punto de canela y si mojar unas galletitas o no. Si lo haces, prueba a hacerlo con una speculoos -son galletas de canela-, y luego nos cuentas qué te ha parecido ese bocado.

La versión moderna de este clásico infalible sería la tarta tres chocolates, de la que también te hablamos en su día, pero hemos querido dar luz a esa receta hecha a base de chocolate negro y varias capas de galletas que es todo un clásico de la infancia.

Aunque los más chocolateros no piensen en otra cosa cuando toca elegir postre, si ese día solo hay tarta de manzana, se la comen con un nivel de disfrute que roza el diez. Y la verdad es que no es para menos, porque es de los postres más finos y especiales que existen en su versión tipo tatín. No es la única; hay muchas más que se elaboran alrededor del mundo.

Otra de esas recetas importadas que ya hemos hecho totalmente nuestra es el brownie, ese bizcochito de chocolate y nueces que a la mayoría de la gente le suele gustar acompañarlo por una bola de helado de vainilla. A esto último se le puede dar una vuelta porque hay muchas más alternativas que le van bien, pero el brownie tradicional que no nos lo quite nadie.

Es el postre que, si existiera un ránking de tendencias en repostería, ocuparía una plaza del top 3 actualmente con la tarta de queso y la tarta de zanahoria. Y no es para menos, porque es un manjar cuando todos sus matices están equilibrados. De los postres más ricos en boca que existen, sin lugar a dudas. Por eso ha conquistado cada vez a más gente no nacida ni criada en Italia.

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