Revista Mía

Cómo hacer scones sin gluten

Igual que nosotros versionamos sin gluten el bollo de la abuela, los anglosajones hacen lo mismo con sus scones.

¡Cómo ha cambiado la vida para las personas intolerantes al gluten! De no poder salir a comer a ningún sitio y hacer la compra en tiendas especializadas a disfrutar de recetas que hasta los no intolerantes se comen con sumo gusto.

Es el caso de la bollería sin gluten. Otrora sería impensable pensar, a priori, que un producto dulce sin gluten podría estar tan bueno como alguno de los que se pueden probar actualmente, tanto industriales como caseros.

Nos interesan especialmente estos últimos, los que sean homemade, porque limitaremos todo lo malo que tienen los productos ultraprocesados -no les libra de ello no estar elaborados con harina de trigo y demás productos con gluten en su composición-.

Dado que el pan no es precisamente el alimento que mejor queda cuando se hace sin gluten, los bollos son la alternativa perfecta cuando apetece algo esponjoso, mullidito y hecho en el horno. Recetas de bollos sin gluten hay muchas circulando por la red, la mayoría basadas en recetas tradicionales de nuestra gastronomía, pero nos ha llamado la atención ver que en los países anglosajones también hacen algo parecido al adaptar sus míticos scones a la dieta gluten free.

Fáciles de preparar

Son sencillos de hacer y una vez domines la masa no tienen mayor dificultad que elegir cómo comerlos. Además, como son caseros, para consumo propio, puedes prestar menos atención a la forma, y si alguien en casa te dice algo porque no se parecen, utiliza el concepto “rústico”, un clásico que te saca de apuros en la cocina siempre que te pase algo así.

Los hagas como los hagas, lo importante es que sepas que los bollos y panes sin gluten se conservan peor, así que es recomendable consumirlos en un espacio de tiempo corto. Por eso, es fundamental, si no quieres pegarte un atracón, medir bien las cantidades en función de los que quieras hacer.

Cómo prepararlos paso a paso

Una versión rápida y rica es utilizar los siguientes ingredientes: 1 taza de harina común sin gluten, un cuarto de taza de harina de arroz blanco, 2 cucharaditas de polvo de hornear, un cuarto de taza de harina de almendra, una buena pizca de sal, 60 ml de crema -puede ser mantequilla-, 125 ml de leche, y el topping dulce que más te guste para servir -la mermelada es una opción perfecta, por ejemplo-.

Para hacer los scones, precalienta el horno a 220 °C y forra una bandeja para hornear con papel de hornear.

Mezcla las harinas, el polvo de hornear, la harina de almendras y la sal en un bol, y haz un hueco en el centro, como cuando haces masa de pizza. Combina la crema y la leche antes y viértela en el agujero. Mezcla hasta conseguir una masa con buen aspecto y textura.

A continuación, extiende la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y usa un cortador redondo ligeramente enharinado para cortar rodajas de la masa. Puede valer un molde para servir el tartar, por ejemplo. Coloca las porciones tocándose entre sí en la bandeja para hornear forrada, unta ligeramente la parte superior con leche y hornea 10 minutos, o hasta que haya subido y se vea dorada.

Antes de servir, ábrelos por la mitad y unta el topping. ¡Qué aproveche!

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