Pastelitos de zanahoria esponjosos para chuparse los dedos
Estos pequeños bizcochitos no tienen gluten y se preparan de forma muy fácil en menos de una hora. ¡Te encantarán! Así puedes prepararlos.
Junto con otros alimentos similares como la patata, el boniato o la calabaza, la zanahoria es otro de esos ingredientes que la naturaleza nos ha regalado y que podemos aprovechar de cientos de formas distintas. De color y sabor intensos -y con muchos nutrientes beneficiosos para el organismo-, las zanahorias se pueden tomar crudas, a modo de snack, pero también asadas, cocidas, en guisos, rallada… Tal es su versatilidad que también sirven para elaborar deliciosos postres para chuparse los dedos. ¿Quién no ha disfrutado nunca de una buena tarta de zanahoria?
Si eres fan de este alimento -y también te gusta el dulce-, esta receta que te proponemos ahora te encantará. Te contamos cómo preparar unos deliciosos pastelitos de zanahoria caseros, que además no llevan gluten y que gustarán a todo el mundo. Atrévete a prepararlos estas próximas Navidades para sorprender a tus invitados. ¡Aquí va la receta!
Ingredientes que necesitas:
- Una tazita de almendras molidas.
- 35 gramos de maizena
- Ralladura de naranja
- Una pizca de canela
- Una pizca de nuez moscada
- Una cucharadita de levadura química
- 100 gramos de zanahoria rallada
- 1 huevo
- 2 claras de huevo
- 100 gramos de azúcar
- Una pizca de sal
Paso a paso
Para empezar precalienta el horno a 180ºC. En un bol grande añade la almendra picada, la maizena, la pizca de canela, la nuez moscada, la levadura y una pizca de sal. Incorpora también la zanahoria rallada muy fina y la ralladura de naranja. Mezcla bien todos los ingredientes durante un par de minutos.
En otro cuenco más grande bate un huevo entero con el azúcar. Cuando veas que la mezcla está pálida, incorpora con cuidado los ingredientes secos del bol anterior. Bate las claras a punto de nieve e incorporar también el merengue a la mezcla. Bate todo durante un par de minutos con fuerza para que los ingredientes se integren, hasta conseguir una masa homogénea.
Reparte la masa en pequeños moldes redondos o cuadrados para horno y mete los pastelitos al horno durante unos 25 minutos. Deja que se hagan y que se doren y cuando veas que ya están listos, sácalos y déjalos reposar. ¡Y a disfrutar de ellos! Puedes rematarlos espolvoreando por encima de ellos frutos secos picados, azúcar glass, coco rallado, sirope o incluso un poco de nata. Te encantará su textura esponjosa y su sabor dulce y suave. Y si los sirves con un buen café o té, todavías más.